Por Alexis Di Capo.-

La tranquilidad política de los últimos días hizo renacer en medios oficiales las versiones sobre el probable inicio del cambio de gabinete. En el actual clima político, los cambios no serían vistos tanto como el resultado de presiones del kirchnerismo duro. La última innovación en el elenco gubernamental sirvió para ratificar que Cristina Kirchner no deja pasar ninguna jugada. Pablo González, el nuevo presidente de YPF, pertenece al núcleo íntimo del kirchnerismo.

Ahora varias versiones vuelven sobre la posible llegada al gabinete de Aníbal Fernández. El actual presidente de Yacimientos Carboníferos se ofrece como el ministro del interior que necesita el gobierno para el año electoral. Así es que Eduardo Wado de Pedro podría pasar a la cartera de Justicia, con lo cual CFK tendría el control directo del área del gobierno que más le interesa.

En una secuencia que se repite, el canciller Felipe Solá sigue en la lista de candidatos al relevo y ahora se le apunta su inapropiado mensaje de salutación a Joe Biden por su asunción. Ginés González García continúa siendo mencionado pero otra versión señala que el presidente no quiere prescindir de él en tanto esté pendiente la campaña de vacunación. Los rumores alcanzaron en los últimos días a Daniel Arroyo, titular de Desarrollo Social, que administra una de las pocas cajas grandes del estado que no están en manos kirchneristas. En el único cambio ministerial que se dio hasta ahora, la vicepresidenta colocó con rapidez de reflejos a Jorge Ferraresi en lugar de María Eugenia Bielsa, en la nueva cartera de Desarrollo Territorial y Hábitat. Siempre en el terreno de las versiones, apareció también como candidato al reemplazo el ministro de transporte Mario Meoni. En este caso se trata de un espacio correspondiente a un aliado, Sergio Massa, y generaría entonces otro tipo de tensiones.

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