El analista político, Sergio Berensztein analizó junto a Carlos Tórtora el escenario del ballotage del próximo 22 y las distintas posturas que tomaron Daniel Scioli y Mauricio Macri de cara a las elecciones.

CAT: Creo la campaña sucia que fue un fracaso. ¿Creés que tuvo impacto?

SB: Por lo menos la primera evidencia es que no tuvo gran impacto, no fue una campaña sucia verosímil. Estuvo mal implementada. La idea por ahí puede ser éticamente discutible, pero bien implementada tal vez surgiría efecto. Aunque como suele ocurrir últimamente, el oficialismo implementa mal las cosas. Le sale mal todo lo que intenta.

CAT: Bien implementada quiere decir lograr credibilidad…

SB: Bueno, por ejemplo, no podés poner a Aníbal hablando mal de Macri porque lo subís a Macri. Es un ejemplo -me parece- bastante fácil de entender. Si querés poner a alguien generando dudas sobre otro tiene que ser muy creíble, una persona que sepas que despierta optimismo y credibilidad. Si ponés a Aníbal… Aníbal hablando mal de la Corte, ésta termina pareciendo más creíble ya que es Aníbal quien la ataca.

CAT: ¿Son errores de instrumentación bastante infantiles?

SB: Bastante infantiles.

CAT: Ahora aparece Scioli en un rol imitador de Massa, ¿éste no es otro error?

SB: No veo error, porque la idea era buena. Scioli tenía de alguna manera que conseguir el voto que en una primera vuelta fue orientado hacia Massa. Lo que pasa que está hecho otra vez de forma muy burda, sin sutileza, repitiendo lo mismo, sin haber hecho una autocrítica que señale que se había equivocado previamente. Además repite lo mismo. Es poco serio, no está bien. Una buena idea mal implementada no tiene efecto.

CAT: Ya tenemos dos tácticas de campaña y los dos están mal instrumentadas.

SB: Sí, ése es el problema que tienen ahora. Están quemando opciones, quemando alternativas para dar vuelta la situación por serios errores de implementación.

CAT: Lo otro que hay que apuntar es que Cristina habló, apareció y generó una expectativa de abanderada que se pone al frente pero en realidad no lo hizo.

SB: Cristina tenía alguna chance de tener un rol en la campaña, porque ella necesitaba asegurar los votos del FPV para que no se escapen de Daniel, que la gente no se desaliente. Y, la verdad es que hay dudas con respecto de esa afectividad porque su aparición fue esporádica, no fue consistente. La encuesta de Elipsis, donde se sugiere que solamente el 70% del voto del FpV repite, o sea que podría haber ahí dificultades para que Scioli sostenga el nivel de votación que obtuvo en la primera vuelta.

CAT: ¿Una fuga hacia dónde? ¿Macri?

SB: No, gente que no va a votar, que por ahí vota en blanco, que está desalentada, que ve que la campaña no tiene eje, eso puede pasar. Por ahí recupera al final, por ahí suma de forma transitoria y no permanente. Indudablemente hay un efecto de desaliento por las dificultades que tiene la campaña en crear credibilidad en el mensaje.

CAT: Ahora queda una instancia decisiva que es el debate, ¿no? No tenemos experiencia. No es como en EEUU. No sabemos bien qué magnitud, qué efectos puede causar el debate. ¿Cuál es tu impresión? ¿Va a ser importantísimo o relativo?

SB: Fundamental. Hay tres etapas: tenés de acá al debate, tenés el debate y tenés el post debate. Es posible que el gobierno está preparando un caso Niembro de acá al debate para lanzarlo un día antes o dos y que el debate sea sobre eso, teniendo una treta preparada. El debate puede ser significativo, ya que la otra vez el caso Niembro lo dejó mal parado a Mauricio. Tuvieron detenida la campaña un montón de tiempo. Yo no descarto que pueda llegar a tener algún impacto pero, si están preparando algo, si van a llegar con este nivel de improvisación, falta de foco, desorganización, desarticulación entre el mensaje de la campaña y el oficial, el debate podría llegar a perderse.

CAT: En EEUU hubo debates presidenciales que marcaron la diferencia.

SB: Sí, te voy a ser sincero, en el debate lo más importante es no perder votos. Es difícil que ganes el debate pero es muy fácil que lo pierdas. La diferencia no es menor.

CAT: Ni Scioli ni Macri parecen buenos oradores…

SB: No, tenés razón pero, si bien eso es cierto, también es cierto que es un debate en circunstancias especiales. Es la primera vez que se hace, va a haber mucha presión mediática. Tal vez, desde el punto de vista de la habilidad oral, no se saquen ventaja, pero hay que ver el contexto en el que se llega a esto, qué pasa esta semana, repito, si hay alguna cosa que el gobierno está preparando para sorprendernos. Si es así, el debate puede estar teñido de este eventual escándalo; si no, va a ser uno gris.

CAT: Naturalmente, Macri va a tender a ser sobrio y a no decir una palabra de más y yo creo que Scioli va ser imposible que salga de su personaje.

SB: Va a tener que estar jugándose un poquito, va a tener que salir de su zona de confort y tomar algún riesgo, porque el debate es la última posibilidad de tener muchos puntos de rating, casi como una cadena nacional. Obviamente va a surgir una tentación de decir algo, de buscar una diferencia, de tomar algún riesgo para poder recuperarse en función de cómo llega. Hay que ver los números que tenga él el día antes.

CAT: ¿Deducís que el gobierno no puede dejar pasar la oportunidad de encuadrar el debate en un escándalo?

SB: Y, digamos que lo mejor que hacen son maldades. Si tienen alguna, la van a lanzar en ese momento para que el debate les dé visibilidad, un efecto que necesitan para sesgar el resto de la campaña en función de ese tema. Necesitan un Niembro 2 para generar dudas y ensuciar un poquitito. Lo que vimos hasta ahora fue una campaña bastante livianita.

CAT: ¿Ves la posibilidad de que haya un vuelco de 15 puntos o de ola final que marque una enorme distancia a favor de Macri?

SB: Depende de las macanas que haga el gobierno, cómo se reproduce en la campaña de Daniel. La dinámica no es buena para el gobierno, obviamente. Lo que vimos, si bien tiene impacto acotado, las designaciones en la AGN, todo eso, fueron medidas desesperadas que señalan una retirada desordenada y poco honorable. No hacés esas macanas si no sentís que vas a perder todo el poder.

CAT: Si perdieran el 22 la retirada podría ser más que desordenada y transformarse en una estampida, ¿no?

SB: Exacto, buscándole laburo a Kicillof en el instituto de presupuesto. Metiendo a estos dos pibes en la auditoría para que zafen ocho años y puedan evitar las investigaciones al gobierno de Cristina, porque en la auditoría hacen informes sobre lo que ya se gastó. No es para controlar a Macri; es para evitar que investiguen a Cristina.

CAT: Tengo información de que a nivel nacional, provincial y municipal está desapareciendo documentación y que las trituradoras funcionan como nunca borrando pruebas de numerosas irregularidades e ilícitos. ¿Esto puede generar un panorama bastante dramático?

SB: Ninguna duda, la condena social va a ser peor, porque aparte tenés un delito que es la destrucción de un documento público. Pueden hacer esto pero lejos de evitarse un problema, lo van a tener el día 11 de diciembre. Las denuncias van a venir enseguida y no van a tener nada. Vas a pedir que venga el juez y escribano para que labren un acta para mostrar lo que hay. Con eso vas a hacer la denuncia penal. Es incumplimiento de los deberes de funcionario publico, por lo menos.

CAT: Después del 22, si esto sigue con la misma tendencia, tenemos que esperar un escenario poco normal, digamos como funcionamiento institucional, ¿no?

SB: Lo que más me preocupa a mí desde el punto de vista de la gobernabilidad es saber qué pasa con la economía, el tipo de cambio, el Banco Central, las cuestiones más sensibles por un lado y cómo será el traspaso, ¿va a ir Cristina? ¿Vos te imaginás a ella pasándole la banda a Mauricio?

CAT: Puede ser que acepte el rol…

SB: Ojalá que sí, que no haya ninguna locura. El efecto miedo… El otro día hablaba con un pibe y me decía que acá hay olor a Sobremonte, el virrey, que se rajó a Córdoba.

CAT: ¿Ves que después del debate habrá algo más o creés que ahí se termina la campaña?

SB: Veo en los últimos días también más operaciones. Van a jugar el todo por el todo, aunque hay que ver la parte anímica de los candidatos, sobre todo de Scioli, porque mostró más resistencia. Pero si se da cuenta de que la cosa viene cuesta arriba y no puede darlo vuelta, habría que ver cómo va a estar.

CAT: El problema de Scioli es que no tiene espacio de repliegue, ya que él no es dirigente partidario, porque no tiene un territorio, no tiene una provincia ni un municipio adonde irse.

SB: Si vuelve a su territorio, tiene que volver al Abasto, a ser candidato a diputado por la Ciudad o a comunero por el Abasto.

CAT: No es el caso de Cristina ni de otros. Ni siquiera el de Macri.

SB: Cristina ganó el territorio.

CAT: Para Scioli es como una fiesta de despedida.

SB: O velorio.

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