Por Guillermo Cherashny.-

Macri, desde el llano, empezó a hacer política y, después de unas reuniones con José Luis Espert y Luis Rosales, aparentemente acordaron una gran PASO opositora en todo el país, pero especialmente en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires con el fin de derrotar a la coalición oficialista. Es indudable que el gran ganador de esta «alianza» es el PRO, ya que en las PASO de septiembre el PRO aplastará a Espert y Milei en los dos grandes distritos y los candidatos liberales no tendrán representación en el congreso y sólo sumarán votos para Juntos por el Cambio, salvo que los integren en las listas como candidatos a salir con alguna magia electoral.

Es verdad que habrá escollos, ya que el núcleo duro del PRO responsabilizó a José Luis Espert por la derrota electoral de Macri en el 2019 y no paran de recordarlo en Twitter y Facebook, donde lanzan epítetos de todo tipo contra el economista liberal.

Allegados a Espert dicen que el acuerdo incluye a Javier Milei, quien era candidato a encabezar la lista de diputados nacionales por CABA, pero hasta ahora no hay declaraciones suyas confirmando que iría a una interna de Juntos por el Cambio, que en su interior contendrá una gran alianza opositora. En realidad, Milei está tomando la postura contraria y no lo acompañaría a Espert en su aventura con Macri. De confirmarse la ruptura, Ricardo López Murphy podría aparecer en Buenos Aires como aliado de Milei.

Otras trabas al acuerdo Macri-Espert consisten en qué dirán la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica de Elisa Carrió, los dos principales aliados en Juntos por el Cambio. Al mismo tiempo se supone que el peronismo republicano que lideran Miguel Pichetto y Ramón Puerta no opondrá ningún obstáculo al ingreso de los liberales, ya que es sabido que los peronistas son muy pragmáticos. En cambio, no será fácil «venderles» a los radicales sentarse en una mesa con Espert y Milei, y lo mismo con los seguidores de Lilita Carrió.

El otro tema a dilucidar es si el electorado liberal que quería votar algo distinto a Juntos por el Cambio convalidará con su voto el fracaso de Macri, pero es probable que por su clara oposición al kirchnerismo voten con la nariz tapada al macrismo o socialismo amarillo, como lo denominan por sus tendencias socialdemócratas.

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