Por Carlos Tórtora.-

En una curiosa sincronía, la falta de cintura política de Javier Milei está haciendo que las tensiones acumuladas en el oficialismo estallen sin que nadie las contenga. Mauricio Macri y Santiago Caputo entraron en colisión ya sin disimular y hubo diputados del PRO que votaron con la oposición el rechazo al DNU de los fondos reservados de la SIDE.

Casi simultáneamente, la reunión convocada por Gabriel Bornoroni para tratar de calmar los ánimos en el bloque libertario terminó en un escándalo con la intervención de agentes de Seguridad y Lourdes Arrieta acusó a Nicolás Mayoraz de intentar agredirla, luego de que ésta declarara que Martín Menem avaló la visita de miembros del bloque a los militares presos por delitos de lesa humanidad en el penal de Ezeiza.

Por su parte, Victoria Villarruel no se anduvo esta vez con vueltas y se opuso a la postulación que hace Milei de Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia. La postura de la vice fortaleció al bloque de senadores de UxP, que ahora busca presionar al gobierno para una negociación mayor. Lilia Lemoine, como vocera de la Casa Rosada, acusó de traición a Villarruel.

Esta enumeración no agota el tema pero muestra que el presidente, dedicado durante varios meses a los viajes internacionales, se encuentra ahora con un frente interno desquiciado y no parece tener suficiente autoridad política como para imponer orden.

El naufragio de La Libertad Avanza

También es notable que los dos principales operadores políticos de Milei tampoco puedan atenuar la sucesión de conflictos que se están dinamizando. Karina Milei carece aparentemente de muñeca política para conciliar posiciones y Guillermo Francos, que sí tiene con qué, está cada día más ausente del terreno de las decisiones. Así es que intentan controlar la situación personajes menores como Menem y Bornoroni, que no consiguen otra cosa que aumentar el escándalo.

Las perspectivas de este estallido de la unidad libertaria no son buenas. A Milei no le quedaría otra salida que dedicarse a suturar él personalmente su crisis con el PRO, la relación con Villarruel y la debacle de su bloque de diputados, amén de los problemas en el bloque de senadores. La inminente sanción de la ley de movilidad jubilatoria no le da tiempo a la Casa Rosada para enhebrar soluciones con tranquilidad. Milei está obligado a recurrir al veto y esto crearía un nuevo escenario de crisis al cual La Libertad Avanza llegaría en las peores condiciones.

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