Por Carlos Tórtora.-

Las tensiones internas en el massismo van en aumento aun antes de que haya empezado el año político propiamente dicho. El distanciamiento de Sergio Massa por parte de Felipe Solá y Facundo Moyano (ambos diputados nacionales) no es nuevo pero ahora se está profundizando. El líder renovador pareció querer castigar las protestas de Solá integrando a su mesa chica al diputado Daniel Arroyo, lo que fue interpretado por aquél como un agravio al no ser incluido.

El caso es que, sin futuro en su relación con Massa, Solá seguiría elaborando su salida del Frente Renovador y hasta pensaría en ser presidenciable -o vicepresidenciable- el año que viene, dependiendo ello de sus conversaciones con el moyanismo entre otras cosas.

En cuanto a Facundo Moyano, en su despliegue se mezcla lo sindical y lo político. Él cuestionaría el rol protagónico de Graciela Camaño junto a Massa, lo que incluiría su desconfianza hacia el esposo de ésta, Luis Barrionuevo. Aunque transitoriamente aliados ante la amenaza de Mauricio Macri de enviar tras las rejas a la cúpula sindical, Moyano (Hugo) y Barrionuevo recelan uno del otro y más aún si se trata de ambiciones políticas.

En la actualidad, Facundo Moyano tendría en vista expandir su influencia en la Quinta Sección Electoral (cuya cabecera es Mar del Plata) pero el propio Massa se negaría a abrirle paso. El hijo del líder camionero estaría entre los que piensan que la estrategia del tigrense para esta sección fue sencillamente catastrófica. Al respecto se dice que los renovadores sólo consiguieron retener un concejal en la Feliz, Mercedes Morro. En esta lista de desaciertos le imputan a Massa haberlo corrido al concejal Lucas Fiorini, que se mudó a Cambiemos y ahora es senador provincial. Otra crítica pasa por el relegamiento dentro del Frente Renovador del ex intendente de General Alvarado Patricio Hogan, de influyente actuación política, en tanto que se lo privilegió a Facundo López, intendente de Necochea, que ahora está con un pie en Cambiemos. En la lista de fracasos de Massa se inscriben también las frustradas candidaturas a senadores provinciales de Ariel “Cholo” Ciano y Juan Curutchet y el deslucido desempeño del empresario teatral Javier Faroni, ahora diputado provincial.

Nadie quiere esperar

Así las cosas, Facundo Moyano estaría lanzado a tomar la delantera en la quinta sección utilizando la diversidad de recursos del imperio que regentea su padre. Por ejemplo, aquél controla el club Alvarado y consiguió que Walter Erviti pase de Independiente a este equipo marplatense.

Días atrás, Facundo Moyano apareció por su cuenta con el cristinista intendente de Malvinas Argentinas Leonardo Nardini, lo que habría molestado a Massa. La realidad es que, acosados por el macrismo, los Moyano vuelven ahora a apuntar a los espacios políticos que les pueden dar el año que viene fueros y poder de negociación.

El presidente del PJ bonaerense Gustavo Menéndez, que hoy se reuniría en San Bernardo con sus allegados, también intentaría en los próximos días una foto con el líder camionero, para mostrarse solidario con el movimiento obrero.

Menéndez también se reunió sorpresivamente con Jesús Cariglino, que está buscando una salida ordenada de su compromiso con Cambiemos. El caso de Cariglino es paradigmático porque se trata de un peronista histórico que advertiría que la confrontación entre el macrismo y el peronismo es inevitable y que a los peronistas que sigan pegados al equipo de María Eugenia Vidal no les será fácil volver al PJ. Esto lo sabe Juan Manuel Urtubey, que se acerca al gobierno y luego toma distancia ante el temor de que pasarse a Cambiemos termine siendo un negocio de vuelo corto.

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