Por Guillermo Cherashny.-

No hay duda alguna que Felipe Solá le provocó un daño a Sergio Massa, porque de 19 diputados nacionales lo dejó con 14, justo después del acto de Tucumán, donde el líder del Frente Renovador volvió al peronismo en el acto del 17 de octubre, donde estaban casi todos los gobernadores con excepción de Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey. Pero Massa y Pichetto mantienen los lazos con los últimos y también con los seguidores de Juan Manzur, todos con poder territorial. En cambio, Felipe Solá se fue junto a cinco diputados nacionales que carecen de poder territorial, pese a que cuatro de ellos son de la provincia de Buenos Aires y uno solo de Chubut. Pero en la Legislatura Bonaerense Massa mantiene doce diputados y dos senadores. Estos últimos son claves para que Vidal tenga 2/3 en el Senado para aprobar el endeudamiento provincial. En tanto, en la Cámara de Diputados, los doce del FR formaron un interbloque con cinco diputados ex Frente para la Victoria, encabezados por Ottavis y Cheppi h, que sumados a los 44 legisladores provinciales de Cambiemos también son 2/3 de esa cámara para aprobar el endeudamiento, que es clave para la gobernadora Vidal.

Por otra parte, Felipe Solá se fue con los otros cuatro diputados, pero no fueron muy críticos del Frente Renovador, y Sergio Massa y Graciela Camaño tampoco atacaron públicamente a los fugados. Ayer, mientras se debatía el presupuesto, tanto los 14 diputados nacionales del Frente Renovador como los cinco que lidera Felipe Solá no dieron quórum y también se opusieron a la sanción del presupuesto. En definitiva, una ruptura con poco ruido y donde todavía hay más coincidencias que diferencias.

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