Por Carlos Tórtora.-

Sin espectacularidad pero con marcada eficiencia, Cristina Kirchner sigue colocando piezas en el tablero, especialmente en lugares de valor estratégico. En este marco, cabe la designación de Aníbal Fernández en Yacimientos Carboníferos Fiscales, organismo a cargo de Río Turbio, cuyo control es fundamental para el ejercicio del poder de los Kirchner en Santa Cruz. En medio del verano, la designación del ex jefe de gabinete pasó desapercibida y no se escucharon críticas ni siquiera por parte del macrismo, que, gracias a la descalificación de Fernández, se alzó con la gobernación de Buenos Aires en el 2015.

De Caracas a Moscú

De mayor proyección estratégica es la inminente designación de Alicia Castro como embajadora en Moscú. Amiga de CFK, esta ex dirigente sindical aeronáutica fue la embajadora argentina en Caracas durante los últimos años de Hugo Chávez como presidente. Castro llegó a tejer una muy estrecha relación personal con el fundador del chavismo y aún hoy es uno de los argentinos con relaciones más importantes en el régimen bolivariano que, coincidentemente, es aliado internacional de Rusia. La designación de Castro anticipa que las relaciones del gobierno K con el régimen de Vladimir Putin no serán precisamente convencionales.

Share