Por Carlos Tórtora.-

La mesa chica del cristinismo está acelerando la preparación de las opciones electorales partiendo de la base de que el 25 por ciento de intención de voto que CFK muestra en las encuestas es absolutamente férreo (aunque también imposible de acrecentar). Así es que en las discusiones internas va ganando terreno, con el apoyo de Máximo Kirchner, la idea de que la ex presidente se lance para senadora nacional por Santa Cruz, dejándole la provincia de Buenos Aires a algún peso pesado de su entorno.

Es obvio que los riesgos que implica la puja electoral en el territorio bonaerense hacen que el cristinismo no quiera exponer a su figura rectora a quedar detrás de Sergio Massa, por ejemplo, o a no salir electa senadora en el peor de los casos.

Nepotismo al máximo

El proyecto santacruceño tendría un tinte absolutamente ortodoxo, expresado en un tándem nepotista al máximo: Cristina sería candidata a Senadora y Florencia Kirchner primera candidata a Diputada Nacional.

De este modo, se plasmaría más claramente el control de la provincia en un equilibrio de poder entre Máximo y Florencia por un lado y Alicia Kirchner por el otro.

Florencia hasta ahora se asomó raramente a la arena política y ahora estaría siguiendo un riguroso coaching para poder exhibirse en los medios, aunque su estilo, como pasa con su hermano, estaría marcado por el hermetismo y la escasa expresividad. Todo lo contrario de la verborragia expansiva de su madre.

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