Por Guillermo Cherashny.-

El discurso de Mauricio Macri fue una sorpresa después de doce años de falsos conflictos para acumular poder como hicieron los Kirchner. El nuevo presidente ya abrió el diálogo con los cinco candidatos presidenciales que lo enfrentaron, a quienes convocó a reuniones individuales.

Quedaba la duda sobre cuántos senadores y diputados del Frente para la Victoria se ausentarían del acto. Si bien fueron bastantes, quizás más de la mitad, las presencias fuertes de Scioli, Urtubey, Alperovich, Manzur, Peppo, Perotti, Zamora y bastantes de sus legisladores demuestran que la orden de Cristina de sabotear la asunción resultó un fracaso. Porque el sábado próximo, Macri convocó a los 24 gobernadores a la residencia de Olivos para un tema que el presidente les puede solucionar: el pago de sueldos y jubilaciones. Esto les hará olvidar rápidamente la solidaridad con la ex presidente, que plantea una resistencia al nuevo gobierno. Total, ella sólo tiene la provincia de Santa Cruz, a la cual ya le mandó los fondos que necesitaba.

Zamora, el caudillo de Santiago del Estero, tiene tres senadores y siete diputados propios que le darán quórum a cambio de obras de infraestructura, lo que le asegurará gobernabilidad. En el caso de Alperovich y Manzur, ya estaban distanciados de CFK por su apoyo prematuro a Daniel Scioli y crucificados por el fraude, episodio que quieren borrar rápidamente.

Una prueba de la «deslealtad» del bloque de senadores fue la sesión del miércoles pasado, donde sólo pudieron reunir 32 de las 37 bancas requeridas para el quórum que aprobaría la sociedad del Estado de la Usina de Río Turbio mandándole 5.000 millones de pesos. Esto mostró la primera rebelión en doce años de mandato.

Los diputados y senadores chaqueños responden al gobernador Domingo Peppo y no más a Jorge Capitanich, aunque éste sea el dueño de los votos. Porque para esa provincia, como casi todas son deficitarias, salvo Córdoba, Santa Fe y San Luis, queda anulado el DNU que extendía la devolución del 15% que les retenía para la ANSES.

Así las cosas, con las reuniones previstas para hoy a las 10 hs. con Daniel Scioli, a las 15 hs. con Sergio Massa y más tarde con Stolbizer y Rodríguez Saá, cierra el círculo del arte del diálogo, tal como lo llamó el nuevo presidente. Ahora llegó la hora de la verdad. Las graves distorsiones económicas que dejó el Kirchner-cristinismo serán la prueba de fuego del inicio del mandato macrista. No se llamará a extraordinarias y saldrá un DNU extenso con varias materias que se sabrán en los próximos días.

De este modo, la «resistencia» a la que convoca la ex presidente será un acto testimonial. Sin embargo, no hay que descartar que movimientos sociales díscolos empiecen con una serie de piquetes para probar la paciencia del nuevo presidente.

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