Por Carlos Tórtora.-

Con pocas excepciones, la mayor parte de las encuestas coinciden en que las diferencias entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en las PASO no pasará de 5 puntos. Esto plantea dos escenarios fundamentales: que el kirchnerismo se imponga por un ajustado margen o bien pierda también por poca diferencia. En ambos casos -y sobre todo en el último- se darían las condiciones ideales para que haya un pase de facturas en el seno del gobierno. El kirchnerismo duro podría culpar a Alberto Fernández por un mal resultado, si es que las mediciones señalan que el Olivosgate fue una causa de la baja de votos. Sería prácticamente imposible suponer que Cristina Kirchner se haga cargo de un flojo resultado en lugar de culpar a su jefe formal. Es decir que lo más probable es que se den las condiciones para una crisis, sobre todo porque habría que tomar decisiones rápidas en función de que la realidad apuraría. Efectivamente, habría pocos días de descanso antes de que se ponga en marcha el calendario de la campaña electoral para noviembre. En las cercanías de Cristina Kirchner hay quienes dicen que ella, ante un mediocre resultado en las PASO, podría inclinarse por nuevos cambios en el gabinete. De ahí ciertas señales como el inesperado elogio de la vicepresidenta a la Vicejefa del Gabinete de Ministros Cecilia Todesca, ahora candidata a la sucesión de Martín Guzmán. Éste sería el blanco de las críticas que lo señalarían como responsable máximo de la persistente alta inflación y de la pérdida de la capacidad adquisitiva del salario. Integrante del albertista Grupo Callao, Todesca sería un punto intermedio con el cristinismo. Las negociaciones con el FMI, ya sin Guzmán, se encaminarían hacia un final posterior a las elecciones.

Siempre a partir de un resultado electoral que no conforme, también podrían agudizarse las presiones para que abandone su cargo Santiago Cafiero, al que se lo culparía de no haber gestionado eficientemente la política del gobierno.

De hecho, el presidente ya estaría abriendo el paraguas. No por nada el Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, apareció en los medios postulando su reelección en un momento aparentemente inoportuno.

Ella podría tomar la voz cantante

Mal posicionado, el presidente se prepararía para aguantar el chubasco, esperando ahora lo improbable: que el Frente de Todos gane en Buenos Aires por 7 u 8 puntos. De cara a noviembre, ya se discutiría en el oficialismo si AF debería ser la voz cantante del gobierno en la próxima campaña o bien debería dar un paso al frente Cristina, que hasta ahora viene dosificando sus apariciones públicas. Si se produce en las PASO una pérdida de votos del núcleo duro K, es probable que deba aparecer con frecuencia la ex presidenta para cerrar la pérdida.

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