Por Carlos Tórtora.-

Uno de los temores del equipo de Alberto Fernández acaba de concretarse. Una voz autorizada del kirchnerismo, la fiscal y presidenta de Justicia Legítima, Graciela Caamaño, propuso que se reforme la Constitución, en abierta contradicción con lo expresado por el candidato. Lo que es todavía más grave es que Caamaño ejemplificó los temas de la reforma en legislar sobre la deuda pública para impedir un nuevo endeudamiento como el realizado por la gestión de Mauricio Macri. La idea de incluir artículos sobre la deuda pública insinúa claramente que los impulsores de la reforma piensan avanzar sobre cuestiones económicas. ¿Por qué no la reforma agraria que enunció Juan Grabois? El mensaje de Camaño huele a inseguridad jurídica y no parece ayudarlo a Alberto en su agenda internacional y menos aún con el establishment local. Es sabido que el candidato del Frente de Todos tiene una serie de asesores en materia jurídica -como Alberto Iribarne y Marcela Losardo- que son ajenos a la esfera de influencia de Justicia Legítima.

Lo que se viene

La Constitución Nacional es sintética en lo que hace a normar la deuda pública. Lo hace en el artículo 75, cuyo inciso 4 establece como facultad del Congreso “contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación”, lo que obviamente no se refiere a que los legisladores deban tramitar los acuerdos sino aprobarlos. El inciso 7 sigue el mismo criterio cuando habla de “arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación”. Esto debe entenderse como la inclusión en la ley del presupuesto de las partidas correspondientes al pago de la deuda pública. También cabe recordar que la sanción de la ley que establezca la necesidad de la reforma requiere los dos tercios de votos de las dos cámaras.

En síntesis, proviniendo de un equipo de magistrados con experiencia, la irrupción de Justicia Legítima no parece el resultado de una improvisación. Sí tal vez se trate de mensajes para tratar de obligarlo a que se siente en la mesa de negociaciones. Lo cierto es que si el tema se instala en lo que queda de campaña será a pura pérdida para el Frente de Todos.

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