Por Sebastián Dumont.-

En su discurso de apertura de sesiones, la gobernadora María Eugenia Vidal hizo referencia al estado en que recibió la provincia de Buenos Aires y no descartó ir a la justicia si era necesario por alguna de las razones. Hasta ahora, durante la década kirchnerista, poco se ha hablado de hechos de corrupción durante el gobierno de Daniel Scioli, principal aliado K en Buenos Aires. Pero de a poco se van conociendo detalles de algunos casos. La detención del funcionario marplatense junto con ex integrantes del ministerio de la producción puede ser una punta. También se habla mucho de la situación de las empresas de servicios públicos como ABSA.

Fue llamativo que el hecho de corrupción que se destapó esta semana con la detención de funcionarios del municipio de General Pueyrredón y del Ministerio de la Producción durante el sciolismo se haya puesto el acento, en la mayoría de los medios, sólo en la figura de Emiliano Giri, cercano al jefe comunal de Cambiemos.

Esto tendría una explicación y es la que dan por cierta en Mar del Plata, por el enfrentamiento que viene teniendo el empresario Aldrey Iglesias, muy cercano a Daniel Scioli, con el nuevo Intendente Arroyo. Es que la Ciudad Feliz el “gallego” siempre ha tenido casi más poder que los propios jefes comunales. Dueño del diario La Capital, La Prensa, el hotel Hermitage, la concesión del Hotel Provincial y el reciente inaugurado shopping “Paseo Aldrey”, el empresario es como un padre para Scioli.

Es más, en alguna oportunidad, de las tantas veces que Scioli pensó en romper con el kirchnerismo, Luis Barrionuevo y Carlos Corach fueron a verlo a Iglesias para que los ayudara a convencer al ex gobernador. Sabían que, sin su aprobación, Scioli no haría nada. “Es como su padre, mucho más desde que murió José, su progenitor”, aseguran cerca del último candidato a presidente que tuvo el FPV.

Pero la verdad es que el caso empieza a desnudar que dentro del gobierno naranja la corrupción no era un tema ajeno. Aunque se hablara y trascendiera muy poco. La mayoría de los detenidos eran parte del Ministerio de la Producción, del cual depende Astilleros Río Santiago.

¿Será la primera punta de otros casos? Es posible. Se sabe que la gobernadora tiene en sus manos un informe muy duro del manejo de la empresa de agua estatal ABSA. El ex presidente de la compañía era Carlos Scarcella, muy cercano a Scioli y vinculado al juez Rodolfo Canicoba Corral. Era tanta la cercanía de “el gordo” con Scioli que cuando asumió la Secretaría de Servicios Públicos Franco La Porta a finales del 2013, lo quiso echar y el gobernador lo obligó a La Porta a ir a pedirle perdón y rogarle que se quedara para salvar su propio cargo.

Ahora aparecieron datos de los manejos de ABSA, ligada a empresas privadas, donde incluso está el ex marido de María Eugenia Ritó, Carlos Salinas. Como se ve, farándula y política se mezclan también estas cuestiones.

El ex gobernador levantó su perfil esta semana al rechazar la idea de un acuerdo con los fondos buitres. Nadie duda que su idea sea presentarse el año que viene para disputar algún cargo electoral. Su tropa, pequeña, comienza a rearmarse de la mano de Alberto Pérez. Son un grupo muy cerrado al que también le han puesto la lupa. Entre ellos está Martín Ferré, quien comparte con Alberto Pérez el privilegio de vivir en el exclusivo Country Abril.

Hay algo que a Scioli le salió bastante bien durante su gobierno, que fue disociar su imagen de la vinculada con su gestión. No había tenido ruidos por corrupción. Hasta ahora.

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