Por Guillermo Cherashny.-

Mes y medio después que el gobierno lanzara el plan alivio e impusiera los precios esenciales y cuidados, en estos días agregó un nuevo precio cuidado, que es el dólar, al que mantiene en torno a los $ 43,50. Esta «estabilidad cambiaria» está atada con alambres, porque se mantiene con tasas de política monetaria del 59%, congelamiento de tarifas y ventas fuertes de dólar futuro, al mismo tiempo que la inflación sigue para arriba, en números importantes, como el mes de junio que dio el 2,7% y el gobierno festejó con entusiasmo cuando ese número la mayoría de los países del mundo lo tienen en un año. Después del 4 de abril y el 31 de mayo, que bajó un 2,7%, no es ningún mérito, cuando los precios en los supermercados siguen firmes y especialmente en el rubro alimentario, por lo cual que el dólar esté al mismo precio de abril e inclusive baje entre 2 y 3 pesos simultáneamente con la suba de precios de alimentos demuestra que hay creciente atraso cambiario que le puede explotar en cualquier momento, cuando aparezca una encuesta creíble que dé una ventaja del 6% para el Frente de Todos.

Últimamente aparecieron encuestas que hablan de una ventaja del 2% o empate técnico, que no tiene ningún rigor científico, que son pagadas por el gobierno para mantener el dólar quieto y se corre el peligro de que el 11 de agosto salga una diferencia de 5/6 puntos para el Frente de Todos, y al pronosticar empate técnico, si se da esa ventaja, seguramente se producirá una corrida cambiaria.

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