Por Guillermo Cherashny.-

El destacado periodista Hugo Alconada Mon, del matutino “La Nación”, escribió en el diario muchas investigaciones rigurosas sobre el kirchnerismo y sobre el macrismo. Sobre el anterior gobierno puso la lupa en Gustavo Arribas, el jefe de la AFI, sobre una transferencia de un cambista de Odebrecht al íntimo amigo del presidente Macri. En este caso, gracias al operador Daniel Angelici con el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, fue sobreseído y el caso llegó a la Corte, donde las influencias de la mesa judicial macrista le dieron un punto final a la causa, pese a la rigurosa investigación periodística de Alconada Mon. El lunes, el periodista vinculó al abogado Adrián Rois, un penalista de la capital que es adjunto de Alberto Fernández en la cátedra de Teoría General del Delito, y la foto de Rois al lado de Fernández se vio varias veces en Twitter cuando da clase el presidente electo. Así fue que Néstor Piñeyro, dueño de Crediba, una financiera, al observar la cercanía de Rois con Fernández lo convocó como su abogado defensor. Esta causa está vinculada a las facturas truchas de Bahía Blanca que aparecen como el delito precedente a la ruta del dinero K, que tiene como principal procesado a Lázaro Báez, y originó la especulación en Alconada Mon de que el Dr. Rois fue enviado por Alberto Fernández para favorecer a Báez. En realidad, Adrián Rois se dedicó a la política con Sergio Massa hasta 2017 y desde entonces ejerce como abogado penalista y no participó ni participa en la campaña electoral del Frente de Todos, por tanto la acusación de Alconada Mon suena lógica, pero no tiene prueba alguna sobre el supuesto encargo del presidente electo a Rois para que voltee la causa de Bahía Blanca. Más fácil resulta averiguar la verdad y, consultado el Dr. Rois, señaló que el señor Néstor Piñeyro lo vio en las fotos de Twitter y en los diarios y lo convocó como abogado defensor suponiendo que podía mejorar su situación procesal. Desde la vuelta de la democracia en 1983, en su primera etapa, se vinculo a dos hijos de Raúl Alfonsín con supuesto tráfico de influencias y en el gobierno de Menem a los hermanos Anzorreguy, porque su hermano Hugo era el jefe de la SIDE, es decir, creer que cada vez que Adrián Rois, en su carácter de abogado defensor, lo hace por pedido de Fernández, carece de seriedad, ya que es obvio que la notoriedad pública que adquirió Rois por ser adjunto de cátedra seguramente le sumará nuevos clientes. De todas formas, Alconada Mon tituló su nota: “tráfico de influencias”, o sea, se hace una pregunta y no lo afirma pero se vio en el poder como un “recibimiento” del destacado periodista al nuevo gobierno dando a entender como un nuevo hecho de corrupción, cuando en realidad hay solo un abogado penalista ejerciendo su profesión defendiendo a un procesado y es injusto que se cuestione el trabajo de un abogado que no es funcionario público ni tiene pretensiones de serlo.

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