Por Carlos Tórtora.-

La tensión interna en el kirchnerismo por la candidatura a gobernador de Buenos Aires no para de crecer. Cristina Kirchner se entusiasma cada vez más con la postulación de Axel Kicillof y esto enardece sobre todo los ánimos en La Matanza, donde Verónica Magario no se baja de sus aspiraciones para suceder a María Eugenia Vidal. Al menos dos de las últimas encuestas le dan al ex ministro de economía una pequeña ventaja sobre Vidal -siempre con CFK en el primer lugar- y esto les da alas a los ultra cristinistas.

A tribunales

La ofensiva peronista contra Kicillof, si sigue adelante con su candidatura, pasaría a otros terrenos, incluido el judicial. Abogados cercanos a Magario ya habrían elaborado borradores cuestionando la candidatura del ex ministro, involucrando así en la disputa a la justicia bonaerense.

Todo se basa en el artículo 121 de la Constitución provincial, que dice lo siguiente:

“.- Para ser elegido gobernador o vicegobernador, se requiere” y en su inciso 5 exige, “Cinco años de domicilio en la Provincia con ejercicio de ciudadanía no interrumpida, si no hubiese nacido en ella”. Kicillof no es nativo de Buenos Aires ni cuenta con los cinco años de domicilio con ejercicio no interrumpido de la ciudadanía, ya que actuó políticamente en la Capital Federal, su distrito original.

Como es lógico, los enemigos de Kicillof tratarían de evitar quedar ellos implicados directamente en la denuncia y preferirían que intervengan terceros. Esto no impediría que la guerra interna en el kirchnerismo se vuelva más intensa. Este cuestionamiento ya se le habría hecho a Daniel Scioli en su momento, aunque no llego al terreno judicial.

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