Por Carlos Tórtora.-

El caso D’Alessio se convirtió la semana pasada en el campo de batalla principal entre los dos bloques que se disputan el poder en la Argentina. Luego de la presentación del juez Alejo Ramos Padilla ante la comisión de Libertad de Expresión de Diputados, quedó la impresión de que el avance de la investigación por parte de aquél implicaría un desgaste político que el gobierno no está dispuesto a pagar, por lo cual amenaza con la remoción del juez por el consejo de la Magistratura, para lo cual no tiene mayoría en el organismo. A esta altura y con el sumario recién comenzado, se pueden aún si plantear algunos interrogantes sobre los posibles alcances de la causa.

– El silencio del gobierno nacional ante lo dicho por Ramos Padilla parece ser una admisión implícita de que se trata de hechos ciertos, lo que afianza la importancia del expediente.

– Ramos Padilla en todo momento habló de la existencia de una organización de espionaje ilegal no sólo compleja sino con arios años de antigüedad, lo que implica un cierto número de integrantes y un número aún mayor de contactos. Sin embargo, aparte de D’Alessio, sólo aparecen imputados los comisarios de la policía bonaerense Aníbal de Gastaldi y Ricardo Bogoliuk. No parece coherente esto último con la existencia de una importante organización.

– Ramos Padilla aludió sin nombrarla a Elisa Carrió cuando dijo que algunos diputados eran usuarios de la organización. ¿Podría entones imputar el juez a la jefa de la Coalición Cívica, que tenía un trato de gran confianza con D’Alessio?

– Por lo menos dos organismos del estado -la AFI y el Ministerio de Seguridad- aparecen implicados con las actividades de D’Alessio. De ser así, serían inminentes las citaciones judiciales para que comparezcan Patricia Bullrich y Gustavo Arribas ante el juez.

– En el caso del fiscal federal Carlos Stornelli -de trato diario con D’Alessio-, habrá que ver cuáles de sus investigaciones están contaminadas por los aportes que hizo D’Alessio a través del espionaje ilegal. De comprobarse esta conexidad, podrían quedar afectadas de nulidad ciertas pruebas, por ejemplo de la causa de los cuadernos.

– Ramos Padilla también admitió que en las actividades de D’Alessio aparece la conexión con funcionarios de agencias extranjeras, en especial de los EEUU. ¿Llevará la investigación a la citación de estos últimos? Deberá intervenir la Corte Suprema, que tiene competencia originaria sobre los miembros del servicio exterior de otros países?

Share