Por Guillermo Cherashny.-

La postal de la Basílica de Luján con el curso del Río Luján a 5 metros y 27 cms, que entró al lugar santo, representa un despropósito frente, por ejemplo, a la faraónica obra del centro cultural Néstor Kirchner, que costó 5.000 millones de pesos y fue construida por el patagónico Enrique Wagner, presidente de la asociación ilícita que funciona en la Cámara Argentina de la Construcción, y Amadeo Riva S.A., constructora tradicional convertida en testaferro de las constructoras del macricaputismo como IECSA, propiedad de los Calcaterra, primos del jefe de gobierno y de las múltiples empresas de Nicolás Caputo. Así fue que Riva Construcciones hizo el Metrobus de la 9 de Julio y los sobrefacturó por el doble de su valor. Y algo similar en el caso de la obra del arroyo Maldonado, realizada por IECSA de los citados Calcaterra. Cabe reconocer que estas obras fueron muy buenas, pero no se puede justificar el «roban pero hacen», que sin duda es mejor que el «roban pero no hacen» del kirchnercristinismo aplicado por Julio de Vido.

Buenos Aires y las obras que Cristina le negó a Scioli

Esto se vio claramente en la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe, a las cuales el gobierno nacional no les suministró los fondos para obras hidráulicas. En el caso de Buenos Aires, la intención fue hacérsela difícil a Daniel Scioli. Pero al final, la presidente debió rendirse y consagrarlo como candidato único del Frente para la Victoria. En el caso de Santa Fe, la Casa Rosada fue mezquina porque gobierna el Frente Progresista Cívico y Social. Sin duda que CFK privilegió licitar obras consideradas por los organismos técnicos del propio gobierno como de baja prioridad, como las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en el Río Santa Cruz (presupuestadas en U$S 4000 millones) licitación que ganó otra empresa del poder, Electroingeniería -cercana a Carlos Zannini- postergando a la UTE integrada por las constructoras de Lázaro Báez y los Calcaterra, quienes quedaron fuera de carrera en parte debido a las investigaciones de Jorge Lanata. Éste sepultó empresarialmente a Lázaro Báez, pero a pesar de esto, una firma suya, junto con IECSA, quedaron como contratistas de Electroingeniería. Así las cosas, las obras para contener las inundaciones del Río Luján y de otros de Buenos Aires, así como varios arroyos grandes fueron postergadas por el dúo integrado por De Vido y Nicolás Caputo. Así se construía simultáneamente la primera opción política de Cristina Fernández, es decir, Macri 2015. Éste le garantizaba impunidad para sus problemas con la justicia. Sin embargo, la fluidez de la política se hizo sentir: cuando el jefe de gobierno se alió con Elisa Carrió, la presidente entendió el mensaje y decidió entonces ir por el triunfo. Claro que para esto tuvo que deponer su soberbia y consagrarlo candidato único a Scioli. El problema fue que el supuesto contendiente de Scioli en las PASO, Florencio Randazzo, a quien Zannini le dio manija, se enojó y no quiso bajar a la provincia. Con Aníbal Fernández como candidato a gobernador, el FpV no pudo superar en las PASO el 40%. Ahora, después de una floja elección del gobierno en Buenos Aires, apareció el cisne negro de las inundaciones en el camino de Scioli hacia la Casa Rosada.

Share