IP dialogó ayer en forma exclusiva con el Apoderado Nacional del PRO, José Torello, abogado de la más estrecha confianza de Mauricio Macri. Ésta es la entrevista que mantuvo con Carlos Tórtora.

CAT: Hoy tuvimos la novedad en cierto modo casi inédita de una acordada de la Cámara Nacional Electoral que dispuso 30 medidas que ajustan e introducen nuevos controles para las elecciones nacionales. En este punto, a mí se me ocurren dos cosas. En primer lugar, esto marca un retroceso en la vida institucional argentina, en la vida del sistema electoral, y lo segundo que también marca la intención de corregirlo.

JT: Me quedo con el aspecto positivo, que es el segundo. La Cámara acaba de asumir una gran responsabilidad para garantizar la transparencia electoral y éste es un hecho político importante

CAT: ¿Vos creés que tantas medidas, y algunas en campos no usuales para este tipo de controles, van a generar alguna clase de problema operativo?

JT: Yo creo que lo más importante de estas medidas, sumado a lo ocurrido en Tucumán y al estado público de la manipulación de los votos de los ciudadanos, es que muchas de las operaciones que se tenían planeadas y mucha gente que hasta hoy estaba dispuesta a hacer cualquier maniobra ahora lo va a pensar dos veces.

CAT: Bueno, el conflicto en Tucumán camina procesalmente hacia la Corte Suprema Nacional. ¿Es probable que esto termine en una intervención federal a la provincia?

JT: Eso habría que preguntárselo al gobierno nacional. No es una decisión cualquiera, no es decidir si un concejal entra, o entra otro.

CAT: Digo, desde el punto de vista del PRO, ¿sería institucionalmente saludable que termine en una intervención?

JT: Sería algo excepcional pero todo dependerá de cómo evolucione el problema

CAT: Tenemos otro caso, el de Chaco, que tiene una historia de irregularidades de distinto calibre. ¿Ustedes, como partido, observan riesgos importantes en la elección provincial del próximo domingo?

JT: Yo creo que son muchas las provincias donde hay caudillos que tienen tendencias a abusar del poder. No sé qué va a pasar en Chaco. Creemos que van a ser lo suficientemente responsables como para no repetir lo que está pasando en Tucumán, porque no le haría nada bien a la democracia argentina y a la estabilidad institucional. Es muy riesgoso que sigan existiendo estás prácticas.

CAT: ¿Te da la impresión de que estas medidas de control que dispuso la Cámara Nacional Electoral tienen un efecto suficientemente disuasorio o que en la desesperación por la posibilidad de perder el poder, hasta incluso las medidas no sirvan?

JT: No, yo creo que Scioli no va a querer ganar una elección sospechada de fraude. Y lo que pienso es que prefiero que gane Scioli sin hacer trampa a que que gane Macri haciendo trampa.

CAT: ¿Las medidas que hoy dictó la Cámara serían válidas para una segunda vuelta?

JT: Son válidas para la elección nacional en primera vuelta y en segunda vuelta. No son aplicables a Chaco porque es una elección provincial.

CAT: En la segunda vuelta, suponiendo que haya segunda vuelta, entre los encuestadores nadie arriesga a que haya grandes diferencias y todos hablan de que podemos encontrarnos con apenas dos puntos o tres puntos de margen.

JT: En la a primera vuelta también. Scioli está entre 40 y 42. Y a nosotros nos saca diez, nueve, ocho puntos. Yo creo que vamos a estar muy cerca. Pero si hoy es la elección, estamos a un punto, dos puntos de ir a ballotage.

CAT: Pero supongamos que en la primera vuelta quede Macri algo debajo, estando cerca.

JT: Yo no estoy hablando de ganar o perder, porque esto es lo que obviamente pasa en una democracia. Estamos intentando ganar pero, si perdemos, bienvenidos, tenemos un montón de intendencias y provincias, por lo cual, ganar o perder no es lo que más importa. Acá lo que importa es la salud de la República y hoy con las cosas que están pasando no me gusta la realidad.

CAT: Volvamos a la hipótesis para nada descartable de una segunda vuelta con un empate, obviamente con una diferencia mínima.

JT: Hay que ser muy prolijos. Yo espero y creo que el gobierno, empezando por Daniel Scioli, va a tener la entereza de reconocer los verdaderos resultados de las urnas.

CAT: De haber ballotage, el que lo gane por una diferencia mínima, teniendo en cuenta que en la Argentina nunca hubo una segunda vuelta y que no tenemos la tradición europea de los pactos y de los acuerdos para este tipo de situaciones, ¿ganar por muy poquito significaría ser un gobierno débil?

JT: No, aunque se gane por muy poquito se gana legalmente, que eso es lo que importa. Yo creo que la legitimidad del que gane sigue siendo su excelencia y que es lo mismo 60 a 30 que 41 a 30 o 51 a 49. Yo creo que la legitimidad está en que la elección sea limpia. Aunque obviamente no va a tener la misma potencia política quien gana por 65 a 55 que quien se impone por un punto. Nosotros en el PRO estamos abiertos a negociar, somos un partido democrático que está acostumbrado a negociar con otros partidos políticos.

CAT: Entre la primera vuelta y el ballotage que creo que hay tres semanas, si no me equivoco…

JT: Son cuatro semanas.

CAT: Cuatro semanas es bastante, es un mes. ¿Vos estimás, como no hay experiencia en el país, que se va a dar una secuencia de acuerdos explícitos de tipo programático e incluso para la composición de gobierno o que, siguiendo cierta tradición argentina, se van a manejar las cosas, digamos, entre bastidores?

JT: No, de ninguna manera. Creo que si hacemos un acuerdo, va a ser absolutamente explícito y transparente.

CAT: ¿Debería serlo, entonces?

JT: Sí, nosotros no nos manejamos aisladamente más allá de que haya medidas que puede ser conveniente no manifestar en forma anticipada. Si hacemos algún acuerdo, va a ser explícito. Pero igual quiero destacar cuál es la conducta electoral de la gente y la realidad es que hay muy pocos que siguen a los candidatos y menos aún que los sigan ciegamente. En realidad, la gente hoy vota lo que le parece.

CAT: Que el voto está más suelto que cautivo, de eso no hay ninguna duda…

JT: No hay ninguna duda y lo estamos viendo todos los fines de semana.

CAT: Lo que sí me parece cierto es que un acuerdo político para una segunda vuelta no sabemos cómo caerá en la opinión pública, justamente porque no tenemos experiencia.

JT: Totalmente, no tenemos experiencia. Yo creo que la gente no está muy convencida de que se haga un acuerdo político y si se hiciera yo creo que se va a explicitar.

CAT: ¿Esto incluye, en teoría, la posibilidad de un cogobierno?

JT: No no creo. No estoy en condiciones de contestar eso.

CAT: Desde tu punto de vista, que es desde la vereda de enfrente al oficialismo, vos creés que en el kirchnerismo empieza a haber conciencia de que, si pierden el poder, deberán después afrontar las consecuencias de la rendición de cuentas?

JT: Yo creo que cualquier persona que cumple un rol público o es funcionario sabe desde que empezó que tiene que hacerse cargo de su gestión. Tiene que hacerse cargo, ganemos nosotros o ganen ellos. Lo que pasa es que ellos no son muy eficientes en hacerse cargo de su gestión. Ésta ha sido una gestión muy mala y el gobierno nacional no ha tomado ninguna decisión para hacer responsables a los que cometieron irregularidades.

CAT: ¿Vos creés que ganando Macri la fórmula adecuada para trabajar sobre lo que pasó y no debió pasar es buscar la conciliación y atenuar las investigaciones?

JT: Nosotros nos vamos a ocupar de la conciliación de los argentinos, no de los dirigentes corruptos. De eso se va a encargar la justicia, los órganos de control y la sociedad. Hay mucha gente que los ha denunciado, por lo tanto hay muchas causas que van a continuar.

CAT: Hablando de justicia, la renuncia de Fayt abrió una serie de especulaciones que en general yo llamo auto-candidaturas que no dan para avanzar seriamente sobre nada. Pero sí está el tema de la importancia de la próxima Corte. Me parece que en un país complicado por una herencia de inseguridad jurídica y de enormes complicaciones legales, el Congreso tal vez no alcance a desatar los nudos, porque el propio kirchnerismo va a estar influyendo. ¿Vos creés que la próxima Corte que viene, por ejemplo ampliada de 5 a 7, puede tener un papel fundamental para corregir los errores de una década?

JT: No, yo creo que el próximo gobierno va a tener una Corte sumamente independiente. El rol de la Corte no es precisamente ordenar todos los desastres que cometieron los otros poderes. Yo creo que cada poder va a tener de alguna manera que hacerse cargo, y empezar a trabajar como corresponde, a tratar de revivir las instituciones. Y la Corte será una institución que cumpla sus funciones esenciales. No creo que el rol de la Corte deba ser ordenar todos los problemas que ha habido en los últimos años.

CAT: ¿Entonces no creés que deba tener una intervención demasiado activa en esto?

JT: No, no creo que la Corte tenga un rol constitucional y el mismo no pasa necesariamente por arreglar los problemas generados por los otros poderes e incluso de los ciudadanos. No creo que la Corte sea la salvadora y creo que, si bien en la actuación de la misma ha habido cosas positivas, no tiene la responsabilidad de arreglar los errores.

CAT: El conurbano bonaerense es zona de alto riesgo electoral y estoy hablando de la primera vuelta. ¿De uno a diez, cómo evaluás la posibilidad de irregularidades?

JT: Creo que las tres fuerzas principales van a tener fiscales controlando las urnas. Lo importante es controlar el voto, que es símbolo de la democracia. Estaría bueno que todos vayamos a votar tranquilos, gane quien gane, y que se denuncien las irregularidades, porque lo importante es la democracia.

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