Por Guillermo Cherashny.-

Como adelantamos hace un mes, el Frente de Todos se quedaría con la presidencia y vicepresidencia primera de la Cámara de Diputados bonaerense por la simple razón de que tiene 45 diputados sobre 72. Pero el bloque del PRO está diezmando y, de 44 miembros, apenas si logra 40 de ellos, porque la diputada del partido FE y María Elena Torresi de Mercuri votarán con la mayoría y también los legisladores provinciales Mario Giacobbe y Fernando Pérez, que no integran el bloque de Cambiemos, al igual que uno del Frente de Izquierda.

En el seno del PRO, Vidal, Jorge Macri y Néstor Grindetti estallaron de bronca, porque dicen que en los cuatro años de Vidal le dieron la vice primera a la oposición, pero esa situación se dio porque Cambiemos tenía 40 miembros en el 2015 y 44 en el 2017, o sea, nunca llegó a la mayoría, porque el peronismo, en sus diferentes versiones, eran mayoritarios.

En Cambiemos amenazan con quedarse con la vice primera del Senado, pero en diputados el vice primero tiene doble firma para efectuar los nombramientos y controlar la gestión, y en el senado, con una ligera minoría, Cambiemos nunca quiso ceder la doble firma. Por tanto, se empantanó la negociación entre el gobierno de Kicillof y María Eugenia Vidal pero es casi imposible que el peronismo le dé el gusto a la gobernadora que perdió la provincia por más del 18% y que tiene la mayoría en el Senado para controlar.

Vidal, Jorge Macri y Grindetti amenazan con paralizar el Senado pero Gustavo Posse, el otro hombre fuerte de la provincia, no está en una posición tan dura, de modo que, si Vidal y sus aliados se ponen intransigentes, habrá una lucha fuerte en la provincia de Buenos Aires con consecuencias penales de por medio.

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