Por Carlos Tórtora.-

Ayer Sergio Massa llamó a Graciela Camaño y le encomendó que preparara una denuncia del bloque renovador contra el mega DNU de Mauricio Macri, en particular por la inconstitucionalidad del artículo 154 del mismo, que autoriza «a la ANSES a constituir y/o estructurar fideicomisos, financieros o no, alquilar o prestar títulos y acciones y, en general, a realizar toda otra operación propia de los mercados financieros y bursátiles permitidas por las autoridades regulatorias (…)». Es comprensible que Massa se encuentre especialmente interesado en este punto ya que fue titular de la ANSES durante la administración de CFK. Pero la reacción opositora tendría que ver con otro tema: se trata de una nueva investigación que avanza en la Justicia por la utilización de facturas truchas, que derivó allanamientos a varias sedes sindicales. Concretamente de una causa a cargo de los jueces de San Isidro y Quilmes, Sandra Arroyo Salgado y Luis Armella, que según publica el diario La Nación están detrás de una denuncia de la AFIP sobre dos organizaciones dedicadas a emitir documentación apócrifa utilizada por empresas y sindicatos de todo el país.

En este marco, a fines del año pasado se allanaron las sedes del Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (Soesgype), que dirige el cegetista Carlos Acuña; la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra), a cargo de Luis Barrionuevo, y Camioneros de Hugo Moyano.

El caso es que Acuña lidera el sindicato más importante que integra el massismo y que su procesamiento significaría un serio problema para el tigrense, aparte de que una parte significativa del financiamiento de este aparato político saldría de esas arcas gremiales. Para más datos, la esposa de Acuña Blanca Cantero es diputada bonaerense y por supuesto también renovadora.

Barrionuevo y sus redes

El difícil juego de equilibrista que practica Massa entre sus acuerdos de gobernabilidad con María Eugenia Vidal y su supuesto rol opositor no es el único punto oscuro. Entre el macrismo y la cúpula sindical no sólo están de por medio las históricas relaciones preferenciales con Hugo Moyano. El caso de Barrionuevo también da para un análisis. El líder gastronómico antes de afirmar que los gobiernos que, como los de Fernando de la Rúa y Raúl Alfonsín, atacaron al sindicalismo no terminaron su mandato, había sido blanco de un anuncio de Vidal acerca de la relicitación del casino del Hotel Sasso de Mar del Plata, que controlan los gastronómicos. La investigación de la AFIP sería, en cambio, la respuesta al almuerzo sindical encabezado por Barrionuevo y Moyano justamente en el Sasso, donde se le plantaron a Macri.

La esposa de Barrionuevo, Camaño, timonea el bloque massista en Diputados pero su hermano, el también gastronómico Dante Camaño, tiene acceso fluido al despacho de Horacio Rodríguez Larreta y es gestor de no pocos negocios sindicales y personales con el gobierno de la Ciudad. Así es que este curioso arco va entonces desde el discurso destituyente del líder gastronómico hasta el lobby con Rodríguez Larreta, pasando por la oposición moderada de Graciela Camaño.

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