Por Sebastián Dumont.-

(Pinamar).- La anemia de la temporada veraniega también llegó a la política. Lejos de las movidas que marcan todos los años los encuentros playeros que luego dan que hablar durante las semanas siguientes, la costa argentina no es el escenario donde se están cocinando las más fuertes acciones. Hasta ahora la cumbre de Pinamar que encabezaron Massa, Urtubey y Diego Bossio fue lo más destacado y quizá la reunión que anuncian para los próximos días en Santa Teresita los integrantes del PJ que se resisten a la colonización final del cristinismo.

A diferencia de otros años, Pinamar no presenta el brillo que supo tener. En varios sentidos. Claro que la ciudad viene de atravesar una crisis política sin precedentes donde en ocho años, cambio varios intendentes. Ahora asumió el joven Martín Yezza que deberá revertir una rebelión fiscal importante que acarrea la comuna. Entre otras cosas.

La parada pinamarense es de Sergio Massa como viene sucediendo hace tiempo. Fue en ese sitio donde una noche de fin de año se terminó de tomar la decisión de competir con el Frente Renovador en las elecciones de 2013. En esta oportunidad, el tigrense ha logrado acaparar la mayor atención del verano hasta aquí cuando reunió en su casa a distintos sectores del peronismo. Fue hasta ahora la movida más notoria que puede dejar secuelas hacia adelante en la interna del PJ. Por eso, en aquel entonces cuando describimos la reunión nos preguntamos sin era el primer intento de reorganizar el PJ o la ampliación de UNA, el Frente político que construyeron Massa y De la Sota.

La respuesta a ese encuentro se dará en los próximos días en Santa Teresita. A pesar que muchos peronistas veranean en otras latitudes más top, buscan a la hora de juntarse un balneario más popular. Allí analizarán el rumbo que tomará el justicialismo luego de una fractura interna que se observó con claridad en Buenos Aires luego del difícil tratamiento del presupuesto.

El otro sitio que aparece hasta ahora desolado de política es Mar del Plata. Reducto sciolista por excelencia durante los últimos ocho años, esta vez luce desabrida. Hay poco turismo y casi nada de política. Se espera, como todos las temporadas el asado que convoca Luis Barrionuevo.

Un dato a destacar es el operativo Sol de seguridad. Se nota la presencia policial pero sin la innecesaria promoción que hacía Daniel Scioli en sus tiempos. Y hasta ahora no se conocieron hechos de inseguridad notorios. Menos mal.

Con precios por las nubes, servicios que dejan bastante que desear, el turismo argentino eligió otras latitudes. Al parecer, este año, la política pasa por otro lado.

Share