Por Carlos Tórtora.-

El gobierno de Mauricio Macri está cerca de recibir un regalo inapreciable para la próxima campaña electoral. Si el régimen de Nicolás Maduro naufraga finalmente, se abriría en Venezuela una etapa de transición hasta las próximas elecciones generales y la oposición tendría la voz cantante en el armado de la agenda política. Y una de las investigaciones por corrupción que se abriría tendría por tema el convenio bilateral de cooperación firmado entre Néstor Kirchner y Hugo Chávez y que dio lugar a la embajada paralela que encabezaba Julio de Vido como gerente general de una larga lista de negociados, como por ejemplo la compra de fueloil por parte de Argentina.

La magnitud del tema probablemente incluiría la participación de la justicia de los EEUU desde Miami, que es por donde pasaron las transacciones en algunos casos.

Este estallido fuera de control de la justicia argentina sería explotado al máximo por el macrismo. En cambio, al kirchnerismo y la izquierda les costaría a esta altura bastante defender al régimen de Maduro, aunque están obligados a hacerlo.

Algunas fuentes diplomáticas aseguran que la situación procesal de CFK y De Vido en el Venezuela Gate podría ser más comprometida que la que ambos tienen hoy ante la justicia federal local.

Otro costado del tema es que el estallido de la crisis venezolana pone en evidencia que las diferencias entre los dos peronismos no son meramente tácticas sino de raíz ideológica y profundas. El Peronismo Federal ya repudió a Maduro y se vería ahora obligado a tomar postura nuevamente mientras que Cristina Kirchner está obligada a seguir el rumbo del chavismo.

Candidaturas in pectore

Mientras tanto, la política de verano da pocos frutos. En Mar del Plata y bajo la batuta de Luis Barrionuevo, se reunieron los impulsores de la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. Pero faltó lo esencial. Este último estuvo ausente y se hizo representar por su hijo. Lavagna pretende, antes de aceptar, un renunciamiento de Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey a sus candidaturas. Algo que sólo podría ocurrir en caso de que el primero mostrara un gran éxito en las encuestas. De no ocurrir esto rápidamente, la candidatura de Lavagna podría estancarse si éste sigue pidiendo un operativo clamor que hoy en el peronismo nadie parece dispuesto a dar.

A todo esto, Macri y María Eugenia Vidal se reunieron para iniciar una ronda de diálogo sobre la conveniencia o no de adelantar los comicios bonaerenses. Este camino dilatorio lleva al desgaste de la oposición, que debe contemplar permanentemente las dos alternativas, en tanto que el oficialismo quizás ya tenga elegida la respuesta.

De este modo, el gobierno empieza a ganar sobre una oposición aturdida que no alcanza a capitalizar la continuidad de la recesión económica.

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