Por Guillermo Cherashny.-

El magnate K de los porteros

Hace dos meses, el mundo periodístico se sorprendió cuando Víctor Santa María, el secretario general de los porteros, compró el matutino Página 12, que está al borde de la quiebra, ya que se quedó sin publicidad oficial cuando el cristinismo abandonó el poder.

Santa María se presentó en las elecciones de Boca Juniors el año pasado, compitiendo contra Daniel Angelici y entró tercero cómodo. Cabe recordar que la suspensión de la cancha de Boca del año pasado se debió a que un puntero de Santa María, apodado «el panadero», lanzó gas pimienta en un partido contra River por la Copa Libertadores. Está claro que Santa María, un dirigente gremial que decidió quedarse con el cristinismo desestabilizador, compró Página 12 con el fin de intervenir en la interna de Boca Juniors y apoyar al periodismo más crítico del actual gobierno, con el fin de extorsionar para obtener nuevamente publicidad oficial y, como el gobierno la suspendió provisionalmente, Santa María, a través de la Revista 23, prima de Página 12, publicó una foto de febrero de Carlitos Tévez en un asado con la 12, la barra brava de Boca Juniors, en un momento en que el club de la ribera pasa un momento futbolístico complicado por algunas derrotas, empates y lesiones, al parecer logró su objetivo, porque Adrián Rouco, el representante de Tévez, dijo que el crack podría decidir en junio irse a jugar a China o Estados Unidos y dejar a Boca sin su as de espadas. Y como las penurias de Boca Juniors no amargan a Daniel Angelici sino al presidente Mauricio Macri, pretende lograr de este modo que aflojen con la publicidad oficial.

Santa María es un dirigente gremial rico -o mejor dicho su gremio- pero parece que él también, ya que hace años depositó millones de dólares en el ex banco Patricios de Sergio Szpolski, que terminó en una estafa al fin del gobierno de Menem. Además, Santa María es dueño de un importante inmueble en la Avenida Quintana entre Montevideo y Rodríguez Peña, donde antes había un hotel alojamiento y luego el Sanatorio Quintana, y este edificio de casi 10 pisos lo tiene abandonado para venderlo y sacar unas pingües ganancias mientras dirige un gremio muy cuestionado por los dueños de los departamentos, porque en sus paritarias no tiene contraparte y Tomada durante sus doce años de Ministro de Trabajo le dio grandes beneficios a él y su gremio, lo que le permite bancar las grandes pérdidas de Página 12.

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