Por Alexis Di Capo.-

Hace días se cumplieron 20 años de la tragedia del avión de Lapa que se llevó vidas humanas de la forma más imbécil en la historia de las tragedias aéreas mundiales.

Pero la pesadilla puede volver a repetirse si el jefe de CABA, Horacio Rodríguez Larreta. persigue en su empecinamiento de hacerle una zancadilla al consorcio Aeropuerto 2000 para quitarle a su dueño Eduardo Eurnekian las dos joyas más valiosas del grupo: El Aeroparque y Ezeiza.

Hace unos meses el dueño de tal concesión decidió hacer frente a la entrada al predio porteño de la Costanera un predio parquizado para darle mejor vista al lugar. Aeroparque se ha convertido en uno de los Aeropuerto más vistosos de toda América y está a la altura de los mejores del mundo.

Un patio de comidas exquisito, centro comerciales e instalaciones a todo lujo y ahora estaba esa parquización que Eurnekian le obsequiaba a la ciudad… hasta que el proyecto se detuvo compulsivamente.

¿Qué ocurrió?, le preguntó EIP a una autoridad del sitio, y recibió una respuesta que si bien nadie en el gobierno aceptó ratificar o rectificar, otras fuentes sí lo hicieron.

El tema es sencillo y terrible a la vez. Nos cuentan que a sabiendas que después de diciembre Mauricio Mari no seguirá siendo Presidente de la Argentina, quiere llevarse antes de partir con la joya del Aeropuerto. La cabeza del atropello es el gobernador de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, quien justo decidió meterse con uno de los peso pesados de la industria de los aeropuertos argentinos.

Eduardo Eurnekian no quiere denunciarlo en público pero trina en privado cuando detectó varias maniobras extrañas y oscuras que salen desde el entorno del mismo personaje responsable -por haberse negado a pagarle una colosal deuda del ANSES al PAMI en tiempos que gobernaba De la Rúa- del suicidio de una eminencia como René Favaloro.

No sabemos con exactitud qué tipo de boicot está llevando a cabo Larreta para tomar medidas (¿intervención? ¿quite de concesión) contra Aeropuertos 2000. Pero teniendo en cuenta que la seguridad del transporte aéreo depende de un perfecto engranaje de todas sus piezas, la cólera de Eurnekian contra el titular de CABA no nos llama la atención.

El macrismo es así: se quiere quedar con los grandes negocios que alguna vez fueron del Estado para después hacer lo que hizo con el Correo Argentino. Con la diferencia que una falla grave en la industria dela aviación no es como una carta que no llega a tiempo. Lo que está en juego es la vida de los pasajeros y no solo eso. Si los aviones que sobrevuelan nuestros cielos no parten desde una estructura e ingeniería adecuada, es como que todos los ciudadanos estamos en peligro.

“Si Larreta te mete un cargamento de droga en algún sitio cuya jurisdicción pertenezca a Eurnekian, las cosas pueden ser gravísimas”, nos dijo alguien que conoce el paño de esta guerra demencial que el jefe de CABA le desató a Eurnekian.

Existen otras versiones de dicho boicot que no os atrevemos a informar hasta no tener una confirmación exacta de que sean ciertas.

Pero nada nos extraña cuando las ambiciones desmedidas de los agentes de Macri sueltan los perros de la guerra.

Nos dicen que el conflicto sigue vigente y por eso Eurnekian no termina esa parquización de la Costanera hasta que Larreta y sus monigotes no dejen de meter sus narices en el predio de Aeropuerto 2000.

No queremos más imágenes como aquella de LAPA hace 20 años. No queremos que el macrismo se meta despiadadamente en los aeropuertos como una vez lo hizo con el Correo Argentino.

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