Por Guillermo Cherashny.-

Es sabido que Julio y Federico Aurelio pronosticaron con bastante exactitud el resultado de las PASO, ya que le asignaron al Frente para la Victoria el 38%, a CAMBIEMOS el 31% y a UNA el 2%. Y ahora, luego de tres semanas negras para Scioli y para todo el gobierno, éste continuaría superando por alrededor de 10 puntos a Macri, es decir con el 40,5% contra el 30,3%. Esto implica que apenas le ganaría en primera vuelta, aunque todo esto es, obviamente, provisorio. Pero lo más destacable es que Macri estaría estancado en ese 30% desde diciembre del 2014 y que su mayor éxito fue el acuerdo radical en la Convención Nacional de la UCR en Gualeguaychú, quedándose además con los pocos fieles que le restaban a Elisa Carrió. De este hecho en adelante, el líder del PRO no subió nunca más y los resultados de las PASO demostraron que el 62% votó a candidatos peronistas y que, sumando a los votantes de Margarita Stolbizer y Nicolás del Caño, se llega al 70% aproximadamente. Esto indicaría cuál es el techo de Macri, que tiene varias explicaciones, entre ellas y principalmente la campaña anti PJ por él desarrollada junto con Carrió y Sanz.

Massa codiciado

El caso es que los nombrados ahora perciben su error y lo buscan a Sergio Massa, a quien despreciaron durante meses y que tiene por lo menos un 18% de votos aparentemente duros. En el caso de que haya ballotage, cuestión que está en duda, ese porcentaje de Massa puede estar dividido en mitades de furiosos anti-k que no votarían a Macri y otra mitad que podría votar a Daniel Scioli, lo que angosta las chances del jefe del PRO. Claro está que si Scioli y el cristinismo cometen errores fatales, las cosas pueden cambiar, pero como dice Carlos «Lole» Reutemann, «es muy difícil».

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