Por Carlos Tórtora.-

Roberto Lavagna se dispone a fijar una próxima fecha para el lanzamiento de su candidatura presidencial pero una serie de circunstancias hacen que su proyecto se esté complicando. Para empezar, en las PASO santafesinas, Omar Perotti casi alcanzó en votos al candidato a gobernador del socialismo, Antonio Bonfatti, lo que en cierto modo debilita al principal aliado de Lavagna, el gobernador Miguel Lifschitz.

Por otra parte, la Convención Nacional de la UCR, que sería convocada para el 24 o el 27 de este mes, se encamina hacia una ratificación de la presencia radical en Cambiemos y la proclamación de una fórmula presidencial integrada por Mauricio Macri y un radical. La ruptura de la UCR esperada por Lavagna podría reducirse entonces a Federico Storani y Juan Manuel Casella. De confirmar los hechos esta tendencia, el ex ministro de economía se encontraría debilitado en su política de alianzas con socialistas y radicales.

El paso al costado de los gobernadores

En función de este panorama es que Lavagna cifra sus mayores expectativas en el respaldo que podría darle Juan Schiaretti una vez que el próximo 12 se imponga en la elección cordobesa. Sin embargo, hay quienes dicen que este pronunciamiento del gobernador cordobés podría no concretarse. La realidad es que la casi totalidad de los gobernadores peronistas que adelantaron las fechas de elecciones en sus provincias, si bien ven con simpatía a Lavagna, no apostarían fuerte a su candidatura para no terminar enfrentados con CFK ni con Macri. Esto sobre todo teniendo en cuenta que ellos, en definitiva, serían reelectos antes de octubre.

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