Por Carlos Tórtora.-

Mauricio Macri redobló la apuesta y pomposamente convocó para el sábado próximo a “la marcha de un millón” en el obelisco. La cifra de un millón no está en juego y los entendidos de la Policía Federal sostienen que en la 9 de Julio nunca hubo concentraciones de más de 150.000 asistentes, o sea el equivalente a dos Plazas de Mayo. Macri compite ahora con el recuerdo de los mega actos que en el mismo lugar hicieron Ítalo Luder y Raúl Alfonsín en 1983. El objetivo es entrar a la última semana antes de las elecciones dando una imagen de que la pelea no está perdida, aunque algunos en el oficialismo se conforman con terminar consolidando el núcleo propio, quizás sumar algún voto más que en las PASO, pero sobre todo dejar una base sólida y firme desde la cual poder rearmarse para volver al poder en cuatro años.

EL PADRE DE LA VICTORIA

Pero la marcha del millón tiene otro costado, que es la pulseada que están disputando Macri y Horacio Rodríguez Larreta por la conducción de la oposición. Respaldado por el núcleo duro del macrismo, el presidente pretende ser el jefe natural de la oposición. Pero Larreta y María Eugenia Vidal quieren tener voz y voto y proponen un liderazgo colegiado. La semana pasada, el vicejefe de gobierno porteño Diego Santilli habló sin tapujos de que, después de las elecciones, las decisiones en el PRO deben tomarse en conjunto. Mientras que Macri representaría un liderazgo de confrontación con Alberto Fernández, Larreta y Vidal serían más moderados, dadas sus buenas relaciones con el peronismo.

Volviendo a la marcha del millón, Macri creería que su impacto puede definir que Larreta pase el 50% de los votos y evite el ballotage. De ser así, Macri se consideraría el padre del tercer mandato de aquél, lo que le daría más fuerza a sus pretensiones de ser el jefe unipersonal de la oposición.

A sólo ocho días de las elecciones, atribuirle cierto impacto en los resultados a una movilización masiva tiene algo de razonable. El caso es que la jugada de Macri no le deja otro camino a Larreta que apoyar, porque necesita evitar el peligroso ballotage.

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