Por Guillermo Cherashny.-

El fracaso del gobierno al intentar que el proyecto de presupuesto fuera aprobado en Diputados se originó en que Juntos por el Cambio quería que el gobierno reconociera que estaba haciendo un ajuste, más que las declaraciones finales de Máximo, que molestaron a toda la oposición. En efecto, si bien todos los economistas de Juntos calificaron el proyecto como un dibujo y dijeron que el gobierno podría aumentar impuestos y que era poco serio que se proyectara una inflación del 33% para el 2022, en realidad este proyecto contenía un ajuste importante basado en la inflación real que se espera en el próximo año, que superaría la de este año que finaliza. Párrafo aparte merece la declaración final del presidente del bloque oficialista, que fue muy crítico de toda la actitud de la oposición, que no se sabe si la hizo con toda la intención de provocar el voto negativo al proyecto, porque el pase a comisión para la semana próxima no cambiaría mucho este resultado negativo, por lo cual al gobierno políticamente le sirve para acusar a la oposición de dejar al país sin presupuesto.

En realidad, la posibilidad de negociar con los gobernadores radicales liderados por Gerardo Morales se estrechó totalmente con la división del bloque de la UCR, porque los 12 diputados del bloque Evolución acusan al gobernador jujeño de negociar permanentemente con el gobierno nacional y éste de ser funcionales a Rodríguez Larreta, de ahí que para el futuro será difícil negociar.

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