Por Guillermo Cherashny.-

Los diarios del domingo trajeron como principal noticia que el presidente Macri buscará su reelección en el 2019 y que todos los aumentos de tarifas de estos meses serán los últimos antes de la elecciones y después del mundial, en el segundo semestre, la inflación bajará sustancialmente hasta totalizar menos del 20% y en el 2018 no pasará del 12%.

Soñar no cuesta nada y es lógico que el presidente les crea a Mario Quintana y Nicolás Dujovne, pero no parece adecuarse a la realidad que vivimos. No está claro que las tarifas ya estén en línea con el costo de extraer la energía; más bien, parecería que falta un nuevo ajuste, por tanto la de gas como la de electricidad se dolarizaron y los más optimistas esperan un dólar de $ 23 a fin de año y agréguese lo que resta para el 2019 y, como la divisa sigue bastante atrasada, esa parte de la inflación reprimida en algún momento se recuperará.

Tampoco hay consenso en la que suba de tarifas, que son las únicas que generan inflación, aparte de los salarios, según el gobierno.

Para los economistas liberales es la emisión monetaria al 31% anual la que le pone un piso del 25% a la inflación anual y, si este año 2018 el número será igual al del 2017, el gobierno no tendrá mucho para exhibir, porque los salarios van estar por debajo de los precios y el consumo caerá, y sólo le queda a Cambiemos que Cristina se presente como candidata a presidente. Pero es seguro que esta vez no se presentará, porque sabe que sería derrotada en un ballotage y ella no es suicida, y es posible que proponga una gran PASO de todo el peronismo.

Si bien para el senado no lo quiso, ahora ella, al no ser candidata, facilitará una gran PASO de los sectores nacionales y populares y, sin cristina de candidata, surge la posibilidad de un ballotage y, si el peronismo va junto y la economía no ayuda, Macri puede perder.

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