Por Carlos Tórtora.-

Se inició la campaña electoral en un tono de moderación por parte de las dos fuerzas predominantes. Aparentemente, tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández habrían renovado el compromiso reservado que cerraron para las PASO: no habría campaña sucia y la polémica se mantendría dentro de ciertos límites razonables, lo que, como es obvio, se cumplió acabadamente.

Ahora se darían las condiciones para que todo siga igual. En el gobierno nadie cree que una campaña agresiva le haría superar la brecha de 15 puntos que separa al presidente de Alberto F. En cuanto a éste, sería temerario montarse en una campaña de descalificaciones cuando los números lo favorecen de un modo casi concluyente.

La tentación de golpear

Muy distinta es la situación que se abre en la ciudad de Buenos Aires. Matías Lammens está a un paso de pasar al ballotage y éste sería muy difícil para Horacio Rodriguez Larreta si resultan electos Alberto F y Axel Kicillof y le dan todo su apoyo al primero. El gobierno porteño está en emergencia y su chance más segura es evitar el ballotage alcanzando el 50 por ciento de los votos. Este panorama lleva a varios consultores a pensar en que la descalificación de cualquiera de los dos candidatos podría definir la elección. Trascendió al respecto que en las cercanías de Larreta se estaba preparando un carpetazo contra Lammens con temas de negocios vinculados a San Lorenzo. Obviamente, en el Frente de Todos la réplica sería múltiple, empezando con temas de vieja data pero de impacto emocional, como la eventual responsabilidad del entonces funcionario del PAMI Rodríguez Larreta en la situación de desesperación que llevó al suicidio a René Favaloro. De más está decir que, si la Capital ingresa en una campaña electoral negra, los efectos colaterales podrían sentirse en el orden nacional.

Para el PRO, mantener el control del gobierno porteño es cuestión de vida o muerte, ya que le sería muy difícil subsistir como fuerza política nacional si no gobierna uno de los principales distritos del país.

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