Por Carlos Tórtora.-

Sergio Massa está en el ojo de la tormenta de una intricada interna del Frente de Todos. El tigrense convocó tres días atrás a una reunión de intendentes en Tigre en la que hablaron Massa, Axel Kicillof, Verónica Magario y Fernando Grey. Lo que llamó la atención fue que el tigrense saliera a mostrarse como el principal armador provincial, siendo que su función será la de Presidente de la Cámara de Diputados. Massa venía de una noche ingrata para él, como lo fue la del 27-O. A pesar de estar parado en el centro del escenario, nadie hizo mención a su presencia. Ni Cristina Kirchner ni Alberto mencionaron a su principal aliado ni le ofrecieron hablar. Días después, hubo una reunión entre Massa y CFK, en la cual, según una fuente confiable, ella le habría dicho “mientras yo tenga poder vos no vas a ser presidente”. Esto viene a cuento de que Massa les habría comentado a sus íntimos: “Ahora vamos todos con Alberto pero la próxima es nuestra”. En algo coinciden el tigrense y Cristina: Alberto es un presidente de transición que no debe plantearse la reelección. Frente a las ambiciones indisimuladas del tigrense, CFK levantaría un candidato propio que le responde ciento por ciento: Axel Kicillof. Sobre la candidatura a presidente de Máximo, ella opinaría que todavía le falta madurar mucho. En realidad, para algunos hay una descristinización de Máximo que ya no obedece ciegamente los dictados de su madre.

Una cuestión de temperamento

De estos hechos podría formularse el interrogante de qué necesidad tiene Massa de precipitar una interna sobre el 2023 cuando Alberto ni siquiera asumió la presidencia. Algunos lo atribuyen al temperamento agresivo de Massa, que no puede administrar los tiempos y muestra sus cartas todo el tiempo.

Otro dato a tener en cuenta acerca de la tensión que se está viviendo es que Alberto F se mostraría visiblemente nervioso cuando está en presencia de CFK y de Massa.

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