Por Guillermo Cherashny.-

Últimamente aparecen a diario encuestas de opinión y, como es sabido, los estudios para las elecciones que se realizan en forma presencial son más reales sobre el estado de la opinión; en forma descendente, las telefónicas, y en último lugar las de las redes. El problema reside en que, en las zonas más pobres, el encuestador no puede entrar por razones de seguridad y el dueño de la consultora tiene que tomar un seguro en dólares y ningún político la puede pagar, salvo Horacio Rodríguez Larreta. Pero el jefe de gobierno tiene una encuestadora propia, con la cual entra en las zonas más peligrosas, por lo cual está muy tranquilo, porque en forma presencial le gana a Patricia Bullrich por el 5%, lo que no impide que financie a encuestadores que lo dan ganador y a los que no contrata lo dan perdedor, basados en la sensación térmica de la minoría politizada, donde la exministra de seguridad gana lejos. Con estas aclaraciones, hay que tener cuidado con las encuestas que dicen que son «presenciales» y en realidad son mitad presenciales y mitad telefónicas y por internet; y lo mismo pasa con el Frente de Todos, que en encuestas totalmente presenciales aumenta sus guarismos.

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