Por María Celsa Rodríguez.-

Cuando los tiros sonaron en los alrededores del Congreso, el cuerpo del riojano Miguel Yadón cayó muerto en el acto, mientras su amigo el diputado Héctor Olivares se levantaba y caía moribundo y aún se debate entre la vida y la muerte.

Parece que el objetivo era el asesor Yadón y que el diputado solo fue una víctima colateral, más allá que los argumentos que ahora parecen encontrar un justificativo que se recuesta sobre una muerte al boleo, que a cualquiera que pasaba por allí le hubiera tocado.

Analicemos los hechos: https://www.youtube.com/watch?v=zmdNs5kMnKg

Un VW Vento se encuentra estacionado a las 6:20 de la mañana donde acostumbra a salir a caminar Yadón y Olivares en la Plaza del Congreso, ya que viven cerca de allí.

El vehículo con los asesinos estuvo previamente en el lugar durante media hora, como «escondido» detrás de un colectivo, y justo cuando Miguel y Héctor pasan frente a ellos, casualmente se ve en el vídeo los fogonazos del disparo.

¿Acaso eran ellos las personas que esperaban los sicarios? ¿Acaso ya habían hecho inteligencia previa? ¿Acaso todo el verso montado es solo «un relato» para hacerse pasar por unos tontos improvisados? ¿Unos tontos tienen tantas armas en su casa?

¿Puede que por una discusión personal dentro del auto tiraron al boleo seis tiros? ¿Luego bajarse del auto mirar si Yadón está muerto, ver a Olivares heridos y no hacer nada, teniendo en cuenta que no hubo intención de matar a nadie como alegan? Incluso resulta curioso que uno de los agresores se escapa caminando y si dicen que estuvieron bebiendo whisky toda la madrugada y que había petacas en el auto, se lo ve caminar muy sobrio, es más el sujeto que maneja parece también no estar ebrio, y al menos maneja bien, no como un borracho.

Es curioso además que llegara un policía al lugar y no se percató que tenía al criminal ahí, no actuó como un agente de seguridad, más parecía un transeúnte que un policía. Además se acerca un ciclista que habla con el diputado herido y no hace nada, se retira unos metros, mira la escena del crimen y luego se retira.

Se ve un auto blanco, que pasa junto al auto del asesino, reduce la velocidad al pasar frente a las víctimas, como si fuese a comprobar que todo salió como estaba programado. ¿Quién iba en ese auto? ¿Sería el instigador del crimen?

Está claro que aquí hubo una premeditación. Se estudió a las víctimas y sabían a qué hora salían a caminar cada mañana. La frialdad como actuaron indican que son sicarios, aunque ahora digan lo contrario. No hay improvisación ni casualidades. Esto fue preparado con antelación.

¿Cuáles son las posibilidades por las cuales se puede centrar el ataque?

Miguel Yadón era empresario del transporte, pertenece a la empresa Decano que explota la línea 118 y otra interurbana en La Rioja. Se había enojado con el gobierno nacional porque cortaron los subsidios al transporte y decía que ahora el problema lo tiene la provincia, ya que piensa que el gobierno se lava las manos con el argumento que deben responder a las exigencias del FMI de que se tiene que llegar a «déficit cero». También había dicho en una entrevista que se recortaron impuestos coparticipables.

Pero hay un punto de interés en el tema del transporte, ya que había conflictos con el municipio por el aumento del boleto y el aumento de combustible que agravaba la crisis reduciéndose las frecuencias, y como no había forma de arreglar los vehículos rotos se reducía personal lo que traía conflicto con el sindicato de chóferes.

Casualmente Rafael Trinidad Cano Carmona -uno de los implicados- y que tenía permiso de usar el vehículo VW Vento, – ya que tiene a su nombre una cédula azul del Volkswagen gris utilizado para el crimen-, es transportista de profesión. Según datos de la AFIP figura como «servicio de transporte automotor de cargas urbano», categoría que corresponde a personas que hacen fletes, transporte de cosas y distribuciones diarias, lo que lleva a un hilo conductor con el sindicato de camioneros.

También Yadón coordina un Fondo Fiduciario que maneja fondos privados que se destinan al sistema de transporte energético. Estos fondos suelen tener manejos oscuros.

Olivares, por su parte, se dice que tenía una deuda millonaria por la administración de unos campos en La Rioja. Se trata del manejo de Plantación y producción de olivos donde el diputado tiene la mayoría de las acciones con dos sobrinos, que cuando adquirieron la participación en la empresa tenían 19 o 20 años y se dice que no constaban aun con ingresos registrados, lo que generan dudas.

Por otro lado, desde lo político hacen hincapié que Olivares había enfrentado al Gobernador Sergio Casas que no ha fijado aún fecha de elecciones, y a quien le había parado judicialmente la reforma constitucional, evitando así la reelección de Casas y destruyendo las aspiraciones del Gobernador para ganarse un enemigo político.

E impulsaba el tratamiento de la ley antibarras, tema que tiene también conexión con los Moyanos.

De este modo, mas allá de las investigaciones, esto se produce días después del allanamiento al sindicato de camioneros. Tal vez el árbol nos tapa el bosque, pero aquí hay un verso montado en cuanto a los motivos del crimen.

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