Por Jorge D. Boimvaser.-

La tarde del 9 de diciembre, Cristina reunió a su tropa de máxima confianza, les agradeció que la hayan acompañado y se despidió uno por uno… pero no a todos.

A Julio de Vido lo ignoró como si fuera el hombre invisible. Pasó delante de él sin siquiera mirarlo en el último desplante de una mujer que hizo de los desplantes su forma de vida.

Julio de Vido se retiró mascullando en voz alta: “Mi único amigo fue Néstor… yo quiero verla a “ésta” (textual) cuando tenga que desfilar por Tribunales.”

Claro, mientras tenga fueros De Vido tiene salvoconducto de indemnidad. Después veremos…

Esa noche fue la última cena, en la parrilla “El Establo” sobre la calle San Martín a pocas cuadras de Retiro.

Las chanzas sobre el Chino Zannini por la derrota electoral no le hicieron mella. Suele decir con doble sentido. “De lo que me salvé” (aludiendo a la derrota de Daniel Scioli.

Lo increíble fueron sus declaraciones en medio de la cena, que dejó a todos perplejos. Dijo casi textualmente:

“Todos saben que soy bostero. Cuando Macri se presentó como candidato me convencí de que lo dicho por el boludo de Heller (Carlos) debía ser cierto. Se dijo que Macri iba a hacer un shopping en la bombonera, que iba a privatizar hasta las calles, el chori y la Coca iban a valer fortunas. Obvio que no lo voté.”

Y después vino el remate: “Pero al final no fue la tragedia que esperábamos… todo lo contrario. Boca es hoy el club mejor administrado de la Argentina, tiene sus finanzas al día y no hay ni una denuncia por corrupción ni cosas raras… Y con Macri Presidente, Boca ganó todo, la mejor campaña de su historia… por eso a Angelici no lo puede voltear ni Pergolini… No somos San Lorenzo, somos lo más grande del mundo”.

Y después vino la frutilla del postre: “A CAMBIEMOS le tiramos con artillería pasada, pero si Macri hace en la Argentina lo que hizo en Boca, no lo sacamos más. A mí no me interesa, porque yo no vuelvo más a la política, y como todos saben, yo no vengo del peronismo…”

Concluyó: “Pero acuérdense lo que les digo: si Macri hace en la Argentina una partecita de lo que hizo en Boca… el peronismo va a tardar décadas en volver.”

Fue en la última cena K, pero Zannini no hizo de Judas Iscariote; sólo hizo una futurología basada en su experiencia bostera.

No le quitó el apetito a nadie. Pero los hizo pensar.

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