Por Carlos Tórtora.-

No pocos especialistas en el tema anticipan que la inminente ola de la variante Delta coincidiría con la fecha de las PASO, el próximo 12 de septiembre. Lamentablemente, los bajos porcentuales de vacunación con segunda dosis, apenas superiores al 20 por ciento, podrían añadir una importante cantidad de fallecidos a la crisis.

Traduciendo esta realidad al campo electoral, las opiniones están divididas sobre las consecuencias que se darían. En el gobierno se habla en voz baja de que un pico de temor de los votantes podría reflejarse en un aumento significativo del ausentismo electoral. Esta situación favorecería al oficialismo y las razones son simples. El faltazo a las urnas se daría mayormente en el electorado de clase media, donde predomina el voto opositor. En cambio, en los sectores populares, se haría sentir el presentismo impuesto por las grandes estructuras políticas, lo que aumentaría la ventaja del Frente de Todos.

Claro está que también suena la otra campana. Si el repudio a la gestión de la pandemia va in crescendo, la ola de variante Delta podría inclinar a muchos votantes moderados contra el gobierno. Por eso, los encuestadores están atentos al impacto en los sondeos que está teniendo el Olivosgate. Está en juego sobre todo la franja del electorado moderado que Alberto Fernández intenta rescatar todos los días lanzando medidas para incrementar el consumo. Como nueva estrategia, el presidente ordenó silencio de radio sobre las acusaciones que llueven por el Olivosgate, en un intento por dejar que el tema se agote en los medios. Pero insistentes rumores convergen en que habría en los próximos días nuevas revelaciones sobre las visitas a Olivos y que el tema estaría lejos de agotarse.

Noviembre es impredecible

La realidad es que el resultado de las PASO no es de vida o muerte para la Casa Rosada, porque lo que verdaderamente importa es la situación que se dará el 14 de noviembre. Predecir qué ocurrirá de aquí a 90 días con la volatilidad que tiene la pandemia es sumamente difícil. Por ahora, tanto el kirchnerismo como la oposición se conforman con pelear metro a metro las PASO.

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