La decisión de armar dos listas en el territorio bonaerense mantiene en vilo al FpV. La queja de los intendentes y la confianza del sabbatellismo.

La orden de Cristina Fernández de Kirchner para que dos listas se presentaran en la provincia de Buenos Aires generó una disputa que aumenta minuto a minuto entre las duplas que pretenden llegar a las PASO. Por un lado, Julián Domínguez junto a Fernando Espinoza con la fuerza del justicialismo más ortodoxo, y en el otro, Aníbal Fernández con Martín Sabbatella.

Las diferencias sustanciales marcan la competencia que puede golpear a la estructura oficialista si no se pone un alto para que la negociación demuestre puntos en común.

El problema para los intendentes peronistas que mantiene sus distritos alambrados desde hace años –en algunos casos décadas– es la lista paralela que Nuevo Encuentro armó para debilitar ese armado.

Como informó Letra P, fue el mismo jefe de gabinete que los recibió y escuchó el mensaje: que Sabbatella baje las listas. Los más preocupados fueron Alberto Descalzo, Julio Pereyra, Fernando Gray y Raúl Othacehé.

Descalzo, uno de los que mantiene una vieja enemistad, encabezó el reclamo con el recuerdo de lo que pasó en 2013 cuando la nómina que llevó a Daniel Larrache lo debilitó. Y Pereyra, en Florencio Varela, se siente amenazado desde que Héctor Salatino salió a empapelar el distrito con su imagen junto al titular de la AFSCA. Por Merlo o Esteban Echeverría pasó lo mismo. Sólo Hugo Curto, en Tres de Febrero, logró aplicar influencia para que se esfumara la competencia K.

Lo cierto es que la queja envalentonó a todo el sabbatellismo que por ahora espera hasta mañana, según le comunicaron desde Nación, la oficialización de las listas. Mientras tanto, para demostrar que el PJ está con Domínguez y Espinoza, varios referentes salieron a respaldarlos.

«Es importante que el intendente de La Matanza esté en la fórmula para el cargo de vicegobernador. No es un tema menor que ocupe ese puesto, es un trato directo, donde nos unen temas comunes y de todos los días, que sólo los intendentes podemos comprender», dijo Daniel Di Sabatino, mandamás de San Vicente, que también deberá competir con la estructura de Unidos y Organizados, que lleva a NE. “Los intendentes estamos muy contentos de que un hombre del Interior vaya a ser gobernador. Espinoza sintetiza lo que queremos en la Provincia”, reafirmó Jorge Paredi (Mar Chiquita). Hasta los diputados Diana Conti y Carlos Kunkel (un viejo aliado de Pereyra) salieron a darle la bendición a esa dupla.

Las encuestas también son parte de la lucha. Ibarómetro publicó una estadística que marca cierta predilección a las gestiones de Aníbal y Sabbatella. El 55 por ciento a su favor expone atributos positivos que se replican en el posible escenario electoral: 25.7 por ciento le dan juego al tándem que se opone al que encabeza el titular de la Cámara de Diputados. Julio Aurelio reflejó un panorama similar.

25.4 por ciento es la intención de voto (Fernández-Sabbatella) con la diferencia de 10 puntos en la proyección: 27.3 sobre los 17.3 de Domínguez-Espinoza.

La definición que le pone una incógnita mayor fue el que dio CFK este mediodía en La Pampa. “Es necesario el recambio, la formación de dirigentes. El Peronismo, la política, del país necesita de nuevos cuadros. El trasvasamiento generacional es fundamental”, advirtió para cerrar la cadena nacional.

Por ahora, en los ocho distritos que Nuevo Encuentro presenta listas puras, la esperanza de jugar fuerte en las PASO para sumar en la campaña provincial no se esfuma a pesar de que la representación territorial, con los jefes comunales, esté del lado de Domínguez y su vice matancero. (Letra P)

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