Por Carlos Tórtora.-

En el entorno de Roberto Lavagna se barajan distintas propuestas para la campaña electoral y Luis Barrionuevo es quien lleva adelante la iniciativa. El líder gastronómico plantea que no se puede perder un día y propone un lanzamiento oficial de la campaña para el 15 del mes que viene con la promesa de Juan Schiaretti de adherir a la candidatura de Lavagna. Si esto se concreta, Alternativa Federal quedaría fracturada, al pasarse el gobernador más importante de los nueve que la integran al bando de Lavagna. Sin embargo, este último no da muestras de acelerar su ritmo, que se caracteriza por la parsimonia. Según una fuente radical, Lavagna estaría esperando la inminente reunión de la Convención Nacional de la UCR antes de imprimirle velocidad a su accionar. Si los radicales oficializan su fractura y el sector disidente con Federico Storani, Ricardo Alfonsín y Juan Manuel Casella se pronuncia por Lavagna, esto produciría un fuerte impacto entre las distintas líneas de Alternativa Federal.

El principal blanco de esta estrategia sería Sergio Massa, que resiste presiones sobre todo empresarias para bajarse de su candidatura presidencial. El tigrense argumenta que sigue superando a Lavagna en las encuestas y que, en todo caso, éste debería aceptar disputar una primaria para que sea candidato el más votado.

Los números

Los argumentos de Massa arrinconando al economista por su negativa a competir vienen a encontrar un punto de apoyo en algunas encuestas recientes, como la de Federico González & Asociados, que le dan un 27% a la suma de los votos de Juan Manuel Urtubey, Massa y Lavagna. En otras palabras, que el peronismo no K, si se une, podría dejar en tercer lugar a Cambiemos encabezando la elección Cristina Kirchner.

Con estos números, la negativa de Lavagna a competir puede ser cada día más importante por sus efectos negativos. Como es obvio, a la Casa Rosada le conviene que Massa y Lavagna sigan separados hasta el final.

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