Por Guillermo Cherashny.-

Si bien el resultado de las elecciones presidenciales es aún incierto, más teniendo en cuenta las inundaciones, el viaje a Italia y el escandaloso triunfo de FpV electoral en Tucumán, que abren un interrogante que impidió hasta ahora que Daniel Scioli pueda sumar 10 puntos a favor o llegar al 45% de los votos, está claro que Macri sólo pudo sumar 1 ó 2 puntos a lo obtenido en las PASO, aunque los 2,5% que obtuvo de Carrió y que seguramente lo votarán ahora con la foto con Massa, no hay que descartar que la líder de la Coalición Cívica se enoje y patee el tablero y sus votantes no lo hagan en favor del jefe de gobierno.

Así es que los 4 jinetes del Apocalipsis, es decir, Macri, Carrió, Sanz y Durán Barba, agrandan los serios problemas que padece el oficialismo por su mala praxis de doce años seguidos y se están curando en salud porque, si ganara Scioli, los cuatro citados anteriormente deberán explicarle a la sociedad por qué se quedaron con la interna chica cuando la realidad exigía una interna lo más amplia posible, como se vio en la foto del Sheraton. Pero es tarde para recomponer. Una forma de eludir responsabilidades futuras es abrir el paraguas y denunciar verdades pero con claros fines electoralistas, ya que es muy real que no se hicieron las obras para evitar inundaciones en Buenos Aires y también que en Tucumán hubo votos comprados, vuelco de padrones, telegramas falsificados, pero está claro que Juan Manzur ganó por 10 puntos o un poco menos, pese a estas «picardías» -para ser generosos con el oficialismo-, pero el rumbo que Macri, Carrió, Sanz y Durán Barba, que no pueden aumentar significativamente los votos para la primera vuelta después de tres semanas de las PASO, demuestra que están con los mismos problemas que Daniel Scioli, que tampoco puede aumentar su caudal electoral.

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