Por Carlos Tórtora.-

¿Están corriendo los tiempos de un ultimátum de Cristina para que Alberto despida a Martín Guzmán, Santiago Cafiero, Matías Kulfas, Julio Vitobello, Vilma Ibarra y Gustavo Beliz? La realidad es que el ultimátum no está confirmado pero fuentes cristinistas lo dan por cierto. Otra interpretación del rumbo de la crisis dice que simplemente hay guerra fría y que las relaciones están en punto muerto.

Una teoría conspirativa señala que La Cámpora esperaría que se concrete el 6,6% de la inflación de marzo para lanzar una ofensiva mayor contra el ministro de Economía en medio de un clima social de indignación. En fuentes de la Casa Rosada sostienen que el presidente se ha tomado en serio la permanencia de Guzmán, “si se tiene que ir él, me voy yo también”, le habrían escuchado decir. Todo esto en medio de un extraño clima que envuelve al jefe de estado, que parece convencido de que la situación está mejorando y que la inflación tiene mucho de sugestión. Volviendo a la crisis, en el gabinete ocurre lo contrario que en el círculo presidencial: muchos ministros bajan los brazos y crece el desánimo ante los rumores de que estamos frente a un recambio de ministros.

La tercera alternativa

Lo cierto es que en estos días el kirchnerismo gastó buena parte de su arsenal, -esto es, marchas, descalificaciones, agresiones verbales- y le queda poco para innovar. Está sí siempre latente la amenaza de una nueva carta de CFK denunciando que el gobierno se ha entregado al FMI, lo que, por pura lógica, implicaría algo que no va a ocurrir: la renuncia de la vicepresidenta.

Claro que aparte de las dos alternativas señaladas, o sea ultimátum y congelamiento de la crisis, hay una tercera y es que ya hayan pactado CFK y Alberto. Si lo hicieron, los términos del acuerdo podrían ser que el presidente mantiene su gabinete pero la vicepresidente continúa diferenciándose del gobierno. No parece probable que esto haya ocurrido pero sí queda cada vez más claro que los dos están convencidos de que no les conviene romper y que todavía queda resto para una foto juntos.

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