Por Sebastián Dumont.-

Los caminos de Cristina Kirchner y Daniel Scioli vuelven a unirse. La foto que los mostró juntos en el Instituto Patria pareció ser más que nada una señal que esperaba el gobierno. Es la mejor manera de consolidar la idea que el kirchnerismo no desaparece y eso puede ser facturado electoralmente. Además, complica aún más el armado de la oposición en la provincia de Buenos Aires, donde los intendentes no tienen ganas de ir con Cristina a ninguna elección. Quizá Massa termine quedándose con un sector de ellos, mientras el PRO busca por todos los frentes minar su relación con Margarita Stolbizer.

Tanto Cristina y Scioli atraviesan momentos difíciles en la justicia. Los dos dicen que ya fueron juzgados por enriquecimiento ilícito y sobreseídos de esa causa. Pero el desmadejo bonaerense ahora empieza a ser título con mayor frecuencia porque se acabó el cerco mediático que protegía al ex gobernador.

Lo cierto es que difícilmente el año que viene CFK sea candidata en la provincia de Buenos Aires porque lo más probable es que pierda esa elección ya que su imagen está en plena picada. Pero, una vez más, Scioli podría ser el instrumento para que varios de los legisladores identificados con el cristinismo ortodoxo puedan renovador sus bancas.

Hay encuestas que todavía le dan al ex gobernador cierto margen para pensar en alcanzar un 20 por ciento de los votos en la provincia de Buenos Aires. Habrá que ver cómo resultan esos sondeos cuando la sociedad procese la información judicial con relación al creador de la Ola Naranja.

En todo este esquema parece estar la mano del gobierno. Nada le conviene más al macrismo para sortear los momentos de malas noticias en la economía, mientras espera la famosa recuperación, que mantener vivo el desprestigiado kirchnerismo encarnado en figuras como Kicillof, Boudou, Bonafini, D’Elía, Esteche y ahora hasta el propio Scioli.

Claro que ellos no piensan lo mismo. Se ilusionan con que el ajuste del gobierno nacional les dará oxigeno para recuperarse electoralmente, sobre todo en el segundo y tercer cordón del conurbano. De los sueños también viven los hombres.

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