Por Carlos Tórtora.-

El efecto del lanzamiento de la fórmula Fernández-Fernández se hizo sentir en Alternativa Federal. Varios gobernadores, para empezar el sanjuanino Sergio Uñac y el entrerriano Gustavo Bordet, le habrían comunicado a Juan Schiaretti que estaban empezando a dialogar con Alberto F. y que ya no priorizaban el armado de un espacio anti K. El otro factor que actúa como una fuerza centrífuga es Massa, quien encuentra en la aparición del compañero de fórmula de Cristina Kirchner una razón poderosa para acordar como candidato a gobernador del kirchnerismo.

Validar la fórmula

A todo esto, entre las innovaciones tácticas que trae la irrupción de Alberto F. esta la idea de que la formula K debería validarse ganándole la primaria a alguien. Hay que descartar que Massa juegue ese papel porque quiere evitar su tercera derrota electoral consecutiva. Así las cosas, las negociaciones del cristinismo se encaminan por el lado de Daniel Scioli. Este no para de afirmar que se presentara a competir con Cristina y esto puede convertirse en realidad. Acosado por varias denuncias por corrupción, el ex motonauta intentaría insertarse en un juego político que le sirva para neutralizar los embates de la justicia. De paso, una primaria entre Cristina y Scioli serviría para contrabalancear la posibilidad, cada vez menor, de que haya una primaria entre Massa y Roberto Lavagna. Este último no deja lugar a dudas acerca de su intención de seguir solo rechazando la alternativa de competir en una PASO.

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