Por Rubén Lasagno (Agencia OPI Santa Cruz).-

Puede ser que suene fuerte, poco académico, hasta ordinario, pero es que no encuentro otro adjetivo para calificar a quienes a sabiendas de los que es el kirchnerismo, siendo plenamente consciente de que la sesión de Cámara de Diputados de hoy, con el tratamiento express de 100 proyectos que ilegítimamente y contrario a cualquier criterio, ingresa el gobierno para blindar la corrupción K, le allanan el camino para su aprobación y después se llenan la boca hablando de las ilegalidades del modelo y despellejando a los diputados K, por las tropelías que cometen. Cuándo no la vieja política del gataflorismo, que aluden cambiar para seguir igual o la del tero, gritan en los medios contra el gobierno y ponen lo huevos en la canasta del kirchnerismo.

Los cuatro forros son: los diputados de la izquierda Victoria Donda, Alcira Argumedo y Nicolás del Caño y Claudio Lozano de Unidad Popular, que le dieron el quórum necesario al kirchnerismo, para que cometan sus tropelías de fin de ciclo. Una vergüenza que estos pseudo progresistas que dicen luchar contra el modelo de corrupción, a sabiendas de las intenciones aviesas y desesperadas del gobierno, por tapar como el gato sus peores deposiciones en los últimos días de su caída, les faciliten las cosas, les den el quórum para que 90 iniciativas que no han sido ni siquiera discutidas democráticamente, sean aprobadas a libro cerrado por la corporación kirchnerista.

Estos forros del kirchnerismo, actuaron en evidente complicidad con el régimen en fuga y habría que preguntarse entonces, por qué o por cuánto, habida cuenta que en este país nada sucede por el azar, sino porque la política va por dos carriles perfectamente separados: uno el discurso y otro los hechos o las acciones.

Estos “representantes” de un sector de la población que se han llenado la boca estos años y se jactaron de conocer al kirchnerismo en su peor faceta, terminan siendo ampliamente funcionales al ladriprogresismo K y lo que es peor, colocándole al nuevo gobierno una carga tan pesada como ilegal, con una empresa como la del yacimiento de carbón de Río Turbio, que es un antro de corrupción kirchnerista y de la cual, Argumedo, del Caño, Lozano y Donda, se han transformado en sus sostenedores.

Estos forros se dicen “progresistas” y son tan “progresistas” que han logrado colaborar con el ocultamiento de 12 años de robos y corrupción y le ayudaron al kirchnerismo a convalidar lo que quizás sea el último gran acto ilegal e ilegítimo que esta vez no lo cometieron solos, sino con la ayuda de forros de la izquierda progresista.

Con el argumento de que “hay que discutir como la democracia lo establece”, estos envilecidos legisladores que tienen más rápidas las manos y la lengua que su pensamiento, han contribuido al desquicio oficialista. Es de esperar que la sociedad los recuerde en el futuro y ponga en valor lo que vale la palabra de un político en el país y cuando aparezcan en las próximas candidaturas los recuerden por sus nombres y por haber traicionado lo más elemental de una sociedad: la confianza.

Share