Por Carlos Tórtora.-

A medida que crece el malestar social y se profundizan los acuerdos con el FMI, el macrismo se va distanciando cada vez más del peronismo y su estrategia electoral se simplifica: Cambiemos será ante todo armar un gran frente para evitar el retorno del peronismo al poder. La figura más perjudicada en este esquema es María Eugenia Vidal, cuyo proyecto de captar a un amplio sector del peronismo bonaerense está en crisis. También hay un tembladeral en torno al pacto de gobernabilidad que sostienen la gobernadora y Sergio Massa. Éste optó por encabezar la línea más dura -junto con el kirchnerismo- contra el proyecto oficial de presupuesto y el macrismo no lo pasaría por alto. Al menos hay una decena de funcionarios massistas en cargos claves de la administración provincial. Desde hace menos de un mes, estos funcionarios provinciales del massismo se encontraron con “órdenes de arriba” que los dejaron sin trabajo al quitarles el acceso a la información sensible del gobierno. “Quedamos cruzados de brazos” sintetizó un alto funcionario de un área contable que responde al tigrense.

Este clima de desconfianza viene acompañado de rumores varios. El Ministro de Gobierno Joaquín de la Torre es uno de los peronistas más importantes que se sumaron al vidalismo. El ex intendente de San Miguel, De la Torre, sigue acaudillando su distrito y estaría sumamente preocupado por la caída de votos que Cambiemos experimentó en los últimos tiempos. Una versión de fuentes peronistas indica que De la Torre estaría evaluando renunciar a su cargo para volver al ruedo peronista y evitar así una probable derrota en San Miguel. En el medio de esta situación, está otra figura aliada del ministro de gobierno, Aldo Rico, también cercano a Vidal.

El ex intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, también funciona bajo el paraguas de la gobernación. Pero sus ambiciones de reconquistar la intendencia chocan con las tendencias actuales. El actual alcalde, el kirchnerista Leonardo Nardini, está en buenas condiciones para ser reelecto.

Otro que está complicado es el alicaído Ministro de Seguridad Cristian Ritondo, que aspiraba a encabezar al espacio del peronismo vidalista. Ritondo hizo preparativos para instalarse como el rival de Verónica Magario en La Matanza pero fue desplazado por la orden de Olivos de que el Ministro de Educación Alejandro Finocchiaro sea el candidato a intendente de Cambiemos. Atrapados en las contradicciones de una polarización que va aumentando, a los peronistas aliados de Cambiemos les esperan tiempos complicados.

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