Por Guillermo Cherashny.-

Cuando la atención ciudadana estaba enfocada en la autodenominada «marcha del millón» de Juntos por el Cambio y el segundo debate presidencial apareció en escena, las violentas manifestaciones en Chile que se opusieron a un aumento del subte del 3,75% pasando un dólar 14 centavos a un dólar 20 y señalamos el costo del transporte en la república hermana de Chile porque el precio del subte no fue sólo la causa de los saqueos que hasta ayer llegaban a la cifra de 10 muertos con toque de queda incluido y la rebelión popular frente a las injusticias del modelo chileno de desarrollo. En efecto, la salud pública, la educación es paga para todas las familias y las tarifas de luz y gas, que el presidente Macri y su ex ministro Aranguren ponían como ejemplo en el sentido de que hay que pagar lo que la energía cuesta, después de muchos años, terminó con una insurrección popular ante las fuerzas armadas y de seguridad más profesionales y eficaces de América Latina, donde interferir las calles es un delito y genera una inmediata represión. Desde que el general Pinochet impuso un modelo económico exitoso, es decir, bajó la inflación, más de 30 años de crecimiento económico y acuerdos comerciales con todos los países serios del mundo económico estallaron por el aire por un aumento del 3% al subte, es que la mayoría de las familias están endeudas para pagar tarifas, salud pública y educación como los países desarrollados como Estados Unidos pero con una gran concentración de la riqueza en pocas manos. Era un lugar común que el gobierno macrista para provocar un tarifazo citara al «exitoso modelo chileno», que obligó a la mayoría de la población a seguir empobrecida hasta que dijeran basta y lo hicieron ante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, un conservador liberal que desde la derecha se opuso a la dictadura de Pinochet al pertenecer a una ala del partido Renovación Nacional, que no estaba de acuerdo con integrar el pinochetismo como lo hizo el líder histórico del partido Sergio Onofre Jarpa. Piñera fue presidente del Colo Colo campeón, uno de los equipos de fútbol más populares de Chile y de ahí se lanzó a la presidencia ganándole a la concertación de centroizquierda que gobernó durante 20 años y que sufrió al primer año de gobierno un tremendo terremoto pero así y todo terminó su gobierno con crecimiento y le dejó el poder por segunda vez a Michelle Bachelet, quien se dio cuenta de que ese modelo no daba para más pero defraudó a sus votantes y volvió la derecha con Piñera y éste siguió con la concentración de la riqueza en unas pocas manos, con fondos de pensión que pagan jubilaciones misérrimas y explotó todo por los aires.

Macri siempre se comparó con Sebastián Piñera, ya que paso de Boca Juniors a la presidencia argentina y ahora, ante una derrota inminente ante los Fernández, Marcos Peña dice que Macri volverá al poder en el 2023 como Sebastián Piñera, pero ese sueño se hizo trizas este fin de semana en Chile aunque Mauricio Macri es mucho menos inteligente y serio que Piñera. Pero en chile no hay reelección y Macri es el primer presidente desde la sanción de la reforma constitucional que no logra la reelección, una verdadera hazaña pocas veces vista en el mundo occidental que sólo pasa ante una crisis económica internacional pero en el caso de Macri fue una crisis autoinfligida por él mismo demostrando su rotundo fracaso en querer llevar al país a un callejón sin salida.

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