Por Guillermo Cherashny.-

El entrismo es una actividad política que se inició con el marxismo, que proponía que los partidos comunistas de Europa, y luego de todo el mundo, se introdujeran en los partidos populares procapitalsitas para que se acercaran a la izquierda. Si bien mantenían los partidos comunistas de militantes, crearon una serie de sellos políticos para que dirigentes de esos partidos rompieran el miedo con el comunismo y «los entristas» directamente se afiliaban a los partidos capitalistas para influir en sus políticas.

Durante décadas, el PC argentino utilizó esa estrategia y, si bien fue opositor al primer peronismo, después del golpe del ‘55 cambió la política y se infiltró en ese movimiento popular. Pero después, los jóvenes que se identificaron con el Che Guevara rompieron con el PC y la gran mayoría se fueron a la lucha armada como FAR, Montoneros y otras facciones. En cambio, el trotskismo se dividió a mitad de los ‘60 en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), liderado por Hugo Bressano, y el PRT combatiente, cuyos líderes fueron Santucho y Gorriarán Merlo, que fundaron el ERP. Y es sabido que los troskos están contra los comunistas desde 1920 y pico, cuando Stalin expulsó a Trotsky de Rusia y después lo mandó matar en México, donde se había exiliado. Volviendo a nuestros días, los troskos locales crecieron en la década kirchnerista porque el partido comunista local hizo entrismo en el FpV, al punto que hoy prácticamente no existe, pero los troskos perseguidos por el cristinismo -como con el proyecto X- acompañaban las marchas por los derechos humanos, aunque hacían rancho aparte y hacían piquetes en las huelgas de la CTA combativa. Pero tenían un acuerdo tácito con el cristinismo en atacar a la derecha y al capitalismo, aunque sabemos que La Cámpora lo proclamaba para lo que se denomina la gilada. Pues bien, en la patética marcha del viernes pasado, que los organizadores llamaron «la movilización de los ñoquis» reconociéndose como tales que organizó La Cámpora, fueron dos o tres mil personas, de las cuales la gran mayoría eran del PO, PST y MST, con lo cual iniciaron el proceso de entrismo en el cristinismo y La Cámpora, con la pequeña idea de sumar militantes entre los «despedidos ñoquis» de La Cámpora, con lo cual se está produciendo lo que muchos analistas preveían que el cristinismo y La Cámpora se convertirían en una secta alejada del peronismo.

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