Por Guillermo Cherashny.-

El sábado 5 pasado, el expresidente Macri invitó a una comida en su casa de Acassuso o Los Abrojos a los periodistas Carlos Pagni, Eduardo van der Kooy y Joaquín Morales Solá para presentarles a Núñez Feijó, el líder del Partido Popular de España; y también estaba Rodolfo Suárez, el gobernador de Mendoza. Allí se habló de política internacional y de las relaciones con España. Uno de los invitados le preguntó al expresidente si se presentará como candidato y respondió que necesitaba dos acontecimientos como eran que Donald Trump arrasara en las elecciones de medio término y segundo que explote la economía de la Argentina, porque de ese modo sería el piloto de tormentas que pediría el electorado para realizar el duro ajuste que necesita el país. En ese momento todos coincidieron en que los republicanos ganarían fácilmente -cosa que no ocurrió- y Carlos Pagni le dijo: “Pero Mauricio, vos creías que la economía explotaba en julio y ahora en noviembre. Si ese hecho traumático no ocurre en diciembre, marzo o junio, ¿qué vas a hacer?” La respuesta fue “esperemos que el huracán Trump gane y después vemos, porque Massa es una ventajita y no está arreglando nada y le explotará en las manos y ahí, con Rodolfo -por el gobernador- armamos fórmula y Bullrich-Conejo se subordinan a nosotros.”

Ninguno de los periodistas publicó la reunión, porque no era cuestión de repetir las palabras del anfitrión, que condiciona su futuro a que el país explote por el aire. Bonus track: el huracán Trump no se produjo y ahora sólo le queda que el país entre en un caos similar al del 2001.

Share