Por Guillermo Cherashny.-

En el día de hoy se cumplen 60 días del gobierno de Macri. Se produjeron hechos positivos, como el levantamiento del cepo, la modificación de la política exterior, acercándose al mundo occidental y distanciándose de la dictadura venezolana. Entre los hechos positivos también se encuentra la rápida oferta a los holdouts para salir definitivamente del default y, desde el punto de vista estrictamente político no hay dudas que este gobierno, en sólo 60 días, opacó la figura de CFK, cuando todos esperaban que recién lo haría en el 2017.

Pero el mérito de Macri y la UCR se logró junto a Sergio Massa, quien apoyó de entrada, y gracias al manejo unipersonal de Cristina, que durante ocho años usó el látigo, sin atender a ningún gobernador ni dirigente importante, salvo a sus seguidores y aplaudidores, aunque muchos de estos últimos se gastaron las manos pero no los atendió nunca. Entre ellos están los rebeldes de ahora y muchos que la aludían siempre, como Gerardo Zamora de Santiago del Estero se dan cuenta de que ella no tiene nada que aportar y que quiere llevar a convertir el FpV en una secta izquierdista, mientras los gobernadores necesitan fondos para gobernar sin problemas en sus territorios.

El problema mayor de Macri es la inflación, que, si bien es reprimida por el atraso del tipo de cambio, es demasiado alta, por lo que aumentaron los precios. Y esto pasó porque los empresarios monopólicos u oligopólicos lo ven al presidente como uno de ellos. Si bien Macri, en la Unión Industrial dijo: «yo los conozco», no le inspiro temor a nadie y remarcaron los precios como si ellos estuvieran en el gobierno. Y si bien es cierto que dentro de la libertad de mercado, que es muy saludable, sólo se pueden evitar las grandes subas con una ley antimonopolios y en nuestra ley está la Comisión Nacional de la Competencia, creada en 1998 por el Dr. Alieto Guadagni, que nunca fue instrumentada por oposición de las grandes empresas, el gobierno anunció que la conformará próximamente. Pero hay serias dudas que este gobierno, enfrentado al cristinismo, el sindicalismo opositor, al sindicalismo responsable, a los maestros que reclaman una paritaria sin techo, pueda lograr el 25% que necesita para combatir la inflación, si no mete «mano dura» a las empresas, no como hacía Guillermo Moreno sino combatiendo monopolios y oligopolios. ¿Se animará Macri a enfrentarse a sus pares del «círculo rojo» como el los llama? Hasta ahora no pudo ni quiso.

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