Por Carlos Tórtora.-

Durante más de tres meses, la sociedad asistió al inusual espectáculo del oficialismo y la oposición sentados en la misma mesa y anunciando decisiones consensuadas. Pero la discusión por la apertura de comercios en la Capital terminó haciendo que Horacio Rodríguez Larreta dejara las apariciones conjuntas con Alberto Fernández y Axel Kicillof. Otros factores influyeron para que el jefe de gobierno se bajara de la foto. Por ejemplo, la baja pronunciada de la imagen positiva del presidente y, sobre todo, el 17-A, que marcó que una parte importante del PRO está dispuesto a confrontar con el kirchnerismo.

Esta situación colocó en un rol incómodo a Larreta, cuyo patrón de conducta es la búsqueda de la conciliación.

Ahora, el retornado Mauricio Macri saca provecho del nuevo cuadro de situación. En su reunión con la mesa directiva de Juntos por el Cambio, Macri no dejó de pasarle la factura a Larreta por su frustrado acuerdo con el gobierno nacional. Tampoco se habría olvidado de señalar que el mayor protagonismo de Cristina Kirchner en las decisiones hace improbable un acuerdo entre el oficialismo y la oposición.

En el entorno de Macri, los conocedores de Larreta opinan que éste ahora se replegará a fortalecer su rol institucional, cediendo espacios en el armado territorial de la oposición. Su fuerte es la gestión, no la política partidaria.

El ex presidente apuesta ahora al fracaso del operativo K para darle la media sanción a la reforma judicial y también a que Alberto, situado en una encrucijada, endurezca nuevamente la cuarentena y choque las aspiraciones del gobierno local de una rápida flexibilización.

Con un ojo en las diputaciones

Así las cosas, la relación entre Macri y Larreta se aproxima a una nueva zona de tormentas. Envalentonada por el 17-A, Patricia Bullrich alimenta cada vez más su ambición de encabezar el año que viene la lista de diputados nacionales por la Ciudad, lo que irrita cada vez más al larretismo, que necesita en la Ciudad un triunfo electoral propio que sustente las ambiciones presidenciales de su jefe para el 2023.

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