Por Carlos Tórtora.-

Las denuncias acerca de la inexistencia del título de abogada de Cristina Kirchner nunca fueron debidamente contestadas y el tema simplemente cayó en el olvido. Ahora, la contracara política de ella, Mauricio Macri, se enfrentaría a cuestionamientos similares que podrían dar lugar a nuevas denuncias penales. En medios empresarios circula un informe que se refiere a cómo se gestó la carrera de ingeniería de la UCA al inicio de los ochenta. Por ese entonces, Franco Macri, que emergía como uno de los empresarios más próspero del país, les habría ofrecido a las autoridades de la UCA hacerse cargo de aportar todos los fondos necesarios para montar la infraestructura de la carrera de ingeniería, entonces inexistente. Así se hizo y en menos de dos años se construyó el edificio, se elaboraron los planes de estudio y se contrató al cuerpo docente. Todo ello en el marco de un acuerdo entre Macri y la conducción de la casa de estudios.

Un título simbólico

En agradecimiento por la ayuda recibida y no habiéndose cumplido dos años del acuerdo mencionado, la UCA le habría regalado a Mauricio Macri un título de ingeniero. Pero -según las mismas fuentes- habría existido una condición: que el título jamás fuera utilizado para firmar ningún proyecto.

Estas circunstancias explicarían una serie de hechos curiosos en torno a la condición de ingeniero del presidente. Por ejemplo, que no se conozcan compañeros de estudios de Macri, pero tampoco se sabe qué profesores tuvo y jamás se habla de su carrera en su currículum ni en ningún otro medio. De más está decir, tampoco se conoce actividad alguna suya como ingeniero. Tratándose del Presidente de la Nación, su vida universitaria debiera ser de conocimiento público. Y sin embargo, un cerrado silencio rodea al tema.

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