Por Guillermo Cherashny.-

A veces las actitudes de este gobierno son inentendibles porque después de cinco meses de corrida cambiaria logra durante tres días una calma en los mercados con el rumor de que el FMI le acordaría un plus de 20.000 millones de dólares más sobre los 50.000 millones de dólares acordados hace unos meses y que son imprescindibles para mantener estabilizado al dólar en torno a los $ 38/40 porque, si esta noticia fuera sólo un rumor que no se concreta, como ha pasado varias veces con Macri, quien anuncia acuerdos con el FMI que están en estado de pañales, esta vez parece que se concretará esa ayuda adicional pero bajo la condición de que el gobierno argentino haga un paréntesis con los chinos, que querían construir tres centrales nucleares. Es más, antes de salir el rumor de la ayuda adicional del FMI, el gobierno estaba negociando con China ampliar el swap de monedas con el país asiático en 5000 millones de dólares más a los 9.000 millones de dólares existentes y ese rumor disparó la ayuda adicional del FMI, que salvaría al gobierno de la corrida cambiaria. Pero la noticia de que el canciller Faurie negocia con China la construcción de la central nuclear Atucha V con total tecnología china parece un chiste de mal gusto, en primer lugar porque la energía nuclear es mucho más cara que la hidráulica o térmica y precisamente Donald Trump quiere ayudar a la Argentina para no depender de la penetración china en Latinoamérica, como el reciente convenio Venezuela. Aparentemente sigue vigente el convenio que en todos los «negocios» con China el 5% es para Franco Macri, el padre del presidente, de ahí la intención de hacer con China el negocio que venga bien, como las represas santacruceñas, que no son importantes, para molestar a los Estados Unidos, pero sí una central nuclear que podría molestar al presidente americano.

Así las cosas, el presidente argentino parece no poder desprenderse de los negocios familiares, que deberían ser postergados cuando hay que beneficiar al país.

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